sɐsoɔ әnb әs әɯ uɐʌ opuәᴉɹɹnɔo , lɐʇ zәʌ ou uɐƃuәʇ ᴉu sәᴉd ᴉu ɐzәqɐɔ , oɹәd ᴉsɐ ʎos oʎ , ɐ sәɔәʌ oɔol , ɐ sәɔәʌ un oɔod ···

martes, 15 de junio de 2010

Suerte

Hola teclas, ya estoy otra vez aquí.
Hoy os voy a contar lo que pasó el otro día.
Eran las 7:45 horas cuando me desperté sobresaltado, el despertador debería haber sonado hace rato, pero o no lo oí o lo apagué sin enterarme, SUERTE, me vestí a toda prisa y fui a la cocina, no había café hecho y no tenía tiempo de hacerlo,SUERTE, por lo que cogí a toda prisa la caja de las galletas , la abrí y estaba vacía, SUERTE.
Cogí un pedazo de pan duro y salí de casa.
Llegué hasta la furgoneta y estaba la rueda pinchada, SUERTE, la aparté un poco de la acera para poder meter el gato y cambiarla, llegó la policía municipal y después de darme los buenos días me dicen que la furgoneta está muy "hacia afuera" de la calle por lo que se van a ver obligados a denunciame, SUERTE , después de discutir con ellos, la multa no es solo por mal aparcamiento, sino por no llevar el chaleco, por no poner los triángulos y por desacato a la autoridad, SUERTE.
Una vez cambiada la rueda salgo a trabajar, tengo 10 llamadas perdidas de mi jefe, son las 9 y media y llego una hora y media tarde al curro. SUERTE.
En el curro , todo va bien, si exceptuamos que vuelvo a pinchar y como la rueda de repuesto está pinchada , no la puedo cambiar, SUERTE, mientras espero aparece la benemérita, esta vez llevo el chaleco, los triángulos, pero como tengo la de repuesto pinchada , muy amablemente me expiden otra multa, SUERTE, haciéndome compañía hasta que llega la grúa. SUERTE.
Esta vez no es el gruísta de la historieta que os conté la otra vez, SUERTE, pero como está fuera de su zona, me dice que debe cobrarme por adelantado el servicio, son 100 € , SUERTE.
Me monta la furgo en la grúa, me lleva al taller y me arreglan las dos ruedas, otros 300 € , al haberse estropeado la rueda y tener que cambiar la goma. SUERTE.
De nuevo a la carretera, ya de vuelta a casa, son las 19 horas, hace ya 5 horas que debería haber vuelto, SUERTE, no pude llamar a casa porque perdí el móvil, SUERTE, y mi mujer estaba muy preocupada.
Una vez en casa , me senté en el sofá , y me quedé dormido...
Al poco rato mi mujer me despierta, con un un grito:

-Roberto, Roberto, son las 8 menos cuarto, no ha sonado el despertador...
Me levanto , no hay café, no hay galletas, y llamo al jefe para decirle que estoy malo.
Él me creyó, SUERTE, todo había sido un sueño, un maldito sueño.
Por si acaso aún no he bajado a ver si tengo la rueda pinchada.
Y con esto acabo.
Otro día os cuento más cosas, teclas.

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