Capítulo 25
Eran las 10 y no se habían levantado ni Estrella ni Emma, María seguía en paradero desconocido y Trebor había bajado en busca de una tienda donde comprar algo para el desayuno.
Cuando llegó al portal de vuelta con la compra, se encontró con María sentada en la puerta.
- Hola Trebor. ¿Tienes llaves? , salí esta mañana a pasear y conocer un poco Gadir y al volver he llamado al timbre, pero no contesta nadie.
- Sí, tengo llaves, dejó un par de juegos en la entrada antes de irse a dormir. Dijo Trebor.
Entraron al portal y mientras esperaban el ascensor, Trebor preguntó a María:
- ¿Conocías Gadir? ¿Te ha gustado?
- No, no lo conocía, solo lo queme había contado Estrella, y lo que había leído por ahí. Es bonito, aunque solo he estado un par de horas, me ha encantado ir a la playa y pisar la arena. ¿Sabes? En mi pueblo no tenemos playa, pero yo soy más de mar que de montaña.
Justo cuando Trebor le iba a preguntar por el chico con el que había hablado, el ascensor llegó a su destino.
Salieron y Trebor, que seguía con la duda, antes de abrir, preguntó.
- ¿Y a que hora te has ido? Porque yo me he levantado a las 9 y ya no estabas.
María se quedó pensativa y respondió:
- No sé, acabaría de irme cuando te has levantado, las 9 menos algo, espero no haberte despertado al cerrar la puerta.
Al entrar Estrella y Emma estaban ya despiertas.
Trebor preparó café para todas, y desayunaron en silencio.