Esta vez mi amigo Joaquin ha vuelto a "arañarme" el corazón con este sentido homenaje a su abuela, que casualmente era navarra, como parte de mis antecesores , mi igual y mis descendientes.
Seguro que no os dejará indiferentes.
El autor dijo un día que el no tenía amor, en este escrito se ve que eso no es cierto, lo tiene y mucho, solo con amor se pueden escribir cosas tan bonitas.
Cuando descortésmente irrumpió en nuestras vidas todavía no tenía nombre. Era y es un ladrón sigiloso, dispuesto a llevarse al lugar donde los recuerdos se tornan en olvido, a la persona que nos colmo de amor y atenciones.
Los recuerdos depositados en nuestra memoria, son las líneas sobre las que se escriben las paginas de nuestro paso por la vida.
Esto es lo que le robo a mi querida abuela, a nosotr@s… su persona.
Un pequeño traspié en suelo liso, su cuerpo excesivamente inclinado al andar, una caída que le produjo un hematoma en una pierna que le acompañaría hasta el final de sus días, estos fueron los primeros síntomas que hicieron sospechar a sus hijas de que algo no marchaba bien.
La llevaron a un médico especialista particular, el cual después de la exploración decidió, que debía de ser ingresada en el Clínico para hacerle las pruebas pertinentes.
Una semana después, se nos dijo que sufría de demencia senil.
Se fue llevando a lo que más queríamos lentamente, sin ruido aparente, tan solo sus señales ocasionales nos alertaban de su progresión, primero le robo su capacidad para andar, paso del bastón, a las muletas, y de estas a la silla de ruedas.
Esta era la parte del deterioro físico, pero lo peor fue su deterioro mental, poco a poco nos dejo de hablar, pasando a mover afirmativamente o negativamente su cabeza, tan solo su sonrisa y el brillo de su mirada siempre radiante de ternura y amor, nos permitían vislumbrar entre los recodos de sus recuerdos perdidos a la persona que tanto amábamos.
Cuando a su dolencia se le puso de nombre Alzheimer, ella ya había perdido la capacidad para pronunciarlo.
La información en aquel entonces era muy escasa, los médicos desconocían los secretos del señor alemán que robaba los recuerdos y convertía la luz en tinieblas.
Siempre estuvo bien atendida, a día de hoy y mirando hacia atrás me siento orgulloso de todo lo que hicimos por ella, que era cumplir con la obligación de cuidar a la persona que nos crió a casi toda la familia.
Recuerdo los veranos pasados en Muel con mi prima y ella, la levantábamos de la cama, la aseábamos y la sentábamos en su silla de ruedas frente al desayuno, luego la sacábamos a la galería que daba a la calle mayor para que tomara el aire, y viera lo que en ella sucedía, después de la comida veía la televisión o dormitaba en su silla, los toros le encantaban y en aquel entonces era bastante común su emisión por televisión, por lo que no se perdía ninguna corrida, acabada la cena la acostábamos, al calor de la luz artificial… besos y abrazos.
Mi abuela era creyente, su fe quedo intacta y todas las noches rezaba.
Sus momentos de lucidez eran tan extraños como un oasis en el desierto, y tan duros de superar para su consciencia como la peor de las tragedias acontecidas.
Un día le pregunte; ¿yaya por qué rezas? Su respuesta me araño el corazón.
Para que mañana no me despierte, y no tengáis que cargar conmigo, y dejemos tod@s de sufrir.
Mi abuela murió con 80 años en la Clínica San Juan de Dios, su agonía fue muy larga y dura. Vegetal su cuerpo yacía en la cama, los médicos nos decían que se debía a que su corazón era muy fuerte, y mientras no dejara de latir seguiría sufriendo.
De eso tod@s éramos conscientes, su Dios le había dotado de un corazón fuerte, y lleno de beldad, amor y bondad, por eso podía haberle ahorrado el sufrimiento que nunca mereció.
Aún así creo que ella eligió el momento de su marcha, sus cuatro hijas se hallaban rodeando su lecho, cuando hizo el primer amago de despedirse, mi madre y mis tías se dieron la mano en círculo, entre ellas… sus manos, completado el círculo… expiro su último aliento.
Mi abuela se llama Margarita siempre presente en nosotr@s nos espera para seguir su estela, y alcanzar de su mano la eternidad.
Vive en mi recuerdo la gratitud y el amor que por ella siento todos los días, percibo su presencia, el aroma de su piel, la calidez de sus manos de piel arrugada y uñas estriadas, y aunque sus besos y abrazos me faltan, me dio tantos en vida que colmada de ellos tengo mi alma.
Ayer (en el momento del escrito) fuimos invitados por A.F.E.D.A.Z. a la entrega de premios que l@s mism@s otorgaban por la celebración del Día Mundial del Alzheimer. Estuvimos por parte de A.L.D.A. la Presidenta (Marisa) la Vicepresidenta (Lely) y los vocales (Ana Hueso y Joaquín).
Ayer (en el momento del escrito) fuimos invitados por A.F.E.D.A.Z. a la entrega de premios que l@s mism@s otorgaban por la celebración del Día Mundial del Alzheimer. Estuvimos por parte de A.L.D.A. la Presidenta (Marisa) la Vicepresidenta (Lely) y los vocales (Ana Hueso y Joaquín).
La reunión fue en el Edificio Pignatelli, se comenzó con una breve presentación de los oradores, y sus discursos, para dar paso a la entrega de los premios.
El Primer Premio fue; para la abogada de A.F.E.D.A.Z. que lleva una década trabajando de forma voluntaria para facilitar los complejos trámites burocráticos que l@s enferm@s y familiares requieren.
El Segundo Premio fue; para la Obra Social de Ibercaja por su interés y ayuda económica.
El Tercer Premio fue; para la Televisión Autonómica Z.T.V. por colaborar en la difusión de esta patología, y por filmar videos que se han emitido por su cadena.
Y el Cuarto Premio fue; para la Fundación Reina Sofía, por el interés que la Reina siempre ha mostrado en ayudar a las asociaciones de enferm@s de Alzheimer.
Mención aparte y agradecimientos para los 190 voluntari@s que destinan parte de su tiempo en ayudar a enferm@s y familiares. Concluida la entrega de premios salimos del salón, para acudir al patio interior donde fuimos invitados a tomar unas bebidas, y degustar unos aperitivos, oportunidad que l@s asistentes aprovechamos para conversar.
Cuando A.F.E.D.A.Z. empezó a dar sus primeros pasos corría el año 1992, tenían su sede en un piso del barrio de Torrero, transcurridos unos años cambiaron de ubicación, ahora se encuentran en Monasterio de Samos, 8, bajo, también disponen de un centro de día, Residencia C.A.I. - Afedaz Virgen del Carmen, situado en Avda. de la Almozara, 77. En un futuro próximo se va a construir una Residencia de día y de noche en el barrio de Valdespartera, también estará dotada de un edificio para el estudio médico y científico del Alzheimer.
Desde A.L.D.A. queremos agradecer la invitación, a un acto tan bonito y entrañable. Nuestra más sincera felicitación a tod@s l@s trabajadores y voluntari@s en la labor que desempeñan, habiendo atendido desde sus comienzos a más de 5000 familias y sus enferm@s.
Dedico esta carta a tod@s l@s familiares y enferm@s de Alzheimer. Pero sobre todo a mí querida abuela Margarita, ya que ella se marcho sin saber que el tiempo destinaría un día para el no olvido, en honor a ella y a sus familiares. Como siempre. Chao, chao.
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El Amor roto por el Alzheimer.
Poema número 3 de "Gritos sin voz, lágrimas sin llanto".
No me puedo explicar lo sucedido,
seguramente tú tampoco, sombra del olvido,
intentando recordar tiempos pasados estoy aquí,
delante de la nada, del infinito universo gris,
con nuestras gotas de sangre hicimos un juramento,
juramos que siempre nos amaríamos, y hoy lo lamento,
estábamos inmersos en un sueño profundo,
jamás nos adaptamos a la vida, al mundo,
miles de lágrimas pueden derramar nuestros ojos,
no podemos dar marcha atrás, cumplir nuestros sueños rotos,
nuestras vidas duraron un segundo, eso nos pareció,
quisimos ser libres, amarnos de verdad, ¿qué nos pasó?,
tal vez no pudimos dejar de ser seres humanos,
no pudimos tener las respuestas en nuestras manos,
nunca te prometí regalarte una estrella del cielo,
nunca te prometí que nuestro amor sería eterno,
bien sabes que son sólo quimeras, sueños imposibles,
bien sabes que son sólo ilusiones, cadenas irrompibles,
sólo podía prometerte felicidad junto a mí, cariño,
no puedo negarte que me ilusioné como un niño,
quería estar a tu lado para siempre, y tú también,
mas no vimos que nuestra relación otra quimera fue,
no sé decirte qué nos ha pasado, mi amor,
ambos morimos alejados el uno del otro con dolor,
por ello sufrí durante los últimos años de mi vida,
no puedo recordarte eternamente, tras la muerte todo se olvida,
este poema te escribo, no sé si vivo o muerto, pero sí enamorado,
no quiero seguir sufriendo... dime, ¿qué nos ha pasado?
no sé si estoy viviendo un sueño, si estoy vivo o muerto,
no recuerdo cómo nos separamos, mi pasado es incierto,
te escribo estos versos sin saber bien cómo lo hago,
no quiero seguir estando en la incertidumbre, ni hacerte daño,
respóndeme, si me oyes, hazlo con sinceridad,
si estoy vivo, tal vez moriré al saberlo, pero quiero saber la verdad,
y si estoy muerto, no creo que pase nada, muerto no puedo sufrir,
no sé, si puedes escucharme, si me lo querrás decir,
mas sólo recuerdo un solo instante de nuestros vidas: un beso,
sé que es difícil de creer lo que te digo, te entiendo,
pero es la verdad, no te estoy mintiendo, nunca lo haría,
si lo hiciera mi alma en el infierno ardería,
por favor, dímelo amor mío, dime qué nos ha pasado,
porque estoy entre la vida y la muerte, asustado,
y sólo con tus palabras podrás hacerme recordar,
y si no me hablas, lloraré hasta morir, lloraré sin poderte recordar...
Copiado y cogido prestado de poetanovel1.
Cuando A.F.E.D.A.Z. empezó a dar sus primeros pasos corría el año 1992, tenían su sede en un piso del barrio de Torrero, transcurridos unos años cambiaron de ubicación, ahora se encuentran en Monasterio de Samos, 8, bajo, también disponen de un centro de día, Residencia C.A.I. - Afedaz Virgen del Carmen, situado en Avda. de la Almozara, 77. En un futuro próximo se va a construir una Residencia de día y de noche en el barrio de Valdespartera, también estará dotada de un edificio para el estudio médico y científico del Alzheimer.
Desde A.L.D.A. queremos agradecer la invitación, a un acto tan bonito y entrañable. Nuestra más sincera felicitación a tod@s l@s trabajadores y voluntari@s en la labor que desempeñan, habiendo atendido desde sus comienzos a más de 5000 familias y sus enferm@s.
Dedico esta carta a tod@s l@s familiares y enferm@s de Alzheimer. Pero sobre todo a mí querida abuela Margarita, ya que ella se marcho sin saber que el tiempo destinaría un día para el no olvido, en honor a ella y a sus familiares. Como siempre. Chao, chao.
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El Amor roto por el Alzheimer.
Poema número 3 de "Gritos sin voz, lágrimas sin llanto".
No me puedo explicar lo sucedido,
seguramente tú tampoco, sombra del olvido,
intentando recordar tiempos pasados estoy aquí,
delante de la nada, del infinito universo gris,
con nuestras gotas de sangre hicimos un juramento,
juramos que siempre nos amaríamos, y hoy lo lamento,
estábamos inmersos en un sueño profundo,
jamás nos adaptamos a la vida, al mundo,
miles de lágrimas pueden derramar nuestros ojos,
no podemos dar marcha atrás, cumplir nuestros sueños rotos,
nuestras vidas duraron un segundo, eso nos pareció,
quisimos ser libres, amarnos de verdad, ¿qué nos pasó?,
tal vez no pudimos dejar de ser seres humanos,
no pudimos tener las respuestas en nuestras manos,
nunca te prometí regalarte una estrella del cielo,
nunca te prometí que nuestro amor sería eterno,
bien sabes que son sólo quimeras, sueños imposibles,
bien sabes que son sólo ilusiones, cadenas irrompibles,
sólo podía prometerte felicidad junto a mí, cariño,
no puedo negarte que me ilusioné como un niño,
quería estar a tu lado para siempre, y tú también,
mas no vimos que nuestra relación otra quimera fue,
no sé decirte qué nos ha pasado, mi amor,
ambos morimos alejados el uno del otro con dolor,
por ello sufrí durante los últimos años de mi vida,
no puedo recordarte eternamente, tras la muerte todo se olvida,
este poema te escribo, no sé si vivo o muerto, pero sí enamorado,
no quiero seguir sufriendo... dime, ¿qué nos ha pasado?
no sé si estoy viviendo un sueño, si estoy vivo o muerto,
no recuerdo cómo nos separamos, mi pasado es incierto,
te escribo estos versos sin saber bien cómo lo hago,
no quiero seguir estando en la incertidumbre, ni hacerte daño,
respóndeme, si me oyes, hazlo con sinceridad,
si estoy vivo, tal vez moriré al saberlo, pero quiero saber la verdad,
y si estoy muerto, no creo que pase nada, muerto no puedo sufrir,
no sé, si puedes escucharme, si me lo querrás decir,
mas sólo recuerdo un solo instante de nuestros vidas: un beso,
sé que es difícil de creer lo que te digo, te entiendo,
pero es la verdad, no te estoy mintiendo, nunca lo haría,
si lo hiciera mi alma en el infierno ardería,
por favor, dímelo amor mío, dime qué nos ha pasado,
porque estoy entre la vida y la muerte, asustado,
y sólo con tus palabras podrás hacerme recordar,
y si no me hablas, lloraré hasta morir, lloraré sin poderte recordar...
Copiado y cogido prestado de poetanovel1.
Hola hola amigo, te ha quedado muy bonito como siempre...........¿que yo dije que no tenia amor? creo que no me he sabido explicar a traves de la escritura.........yo soy amor, un hijo del amor, al igual que todos los seres vivos que habitan el planeta.......la vida esta creada a traves del amor, o yo por lo menos asi lo entiendo, y mi camino es el del amor y el de la alegria. 1 fuerte abrazo, chao, chao.....
ResponderEliminarQ bueno Roberto... un gran texto, me ha emocionado.
ResponderEliminarMi familia también fue maldecida por la avaricia del Alzheimer, pero no se si afortunadamente yo era pequeño e inmune a lo que desconocía. Para mí, mi abuelo Pepe siempre fue un hombre perdido, ausente entre muchos, vacío entre todos, de recuerdos nublados y parco en palabras. Murió cuando yo tenía 8 años. Espero q esa maldita tortura, lamentablemente tildada de hereditaria, nunca vuelva a alcanzarme a mí o a mi entorno. Porque morir sin saber que has vivido debe ser peor que no vivir.