Derrotados, goleados, pero sin bajar los brazos

Hola teclas, hoy os vengo a hablar de otra derrota, esta vez los derrotados han sido los chavales, y mi hija que forman el equipo de fútbol txiki.

Hoy se enfrentaban a uno de los cocos, de los que le han tocado en esta segunda fase, en esta fase en la que se van a tener que enfrentar a todos los que como ellos  han sido campeones de grupo, la mayoría unos equipazos, como el que nos hemos enfrentado hoy,
Estos eran ya unos viejos conocidos, en un torneo de Navidad nos habían goleado por 8 a 1. En ese partido los nuestros se dejaron llevar por la desesperación y en cuanto recibieron los tres primeros goles, fallaban , no lo intentaban siquiera y fueron viendo como el marcador se iba engordando hasta llegar al octavo gol.
Sin embargo hoy, y a pesar de que el resultado ha sido incluso peor que el de Navidad , yo estoy contento de como se ha desarrollado el partido en cuanto la actitud mostrada por los nuestros, especialmente, claro está, por mi pequeña futbolista, que en los dos cuartos que ha estado sobre el campo se ha empleado a fondo y creo que ha hecho un buen papel a pesar de la derrota y goleada recibida.
En el primer cuarto, los nuestros han gozado de varias, hasta tres para haber inaugurado el marcador, la mala suerte, el portero y/o la falta de acierto , esta vez lo ha impedido, pero de haber podido transformar en gol cualquiera de las tres claras oportunidades amarillas, el partido podría haber sido muy diferente.
Pero, como se suele decir, el que perdona lo paga, y en un fallo, de los varios que ha tenido hoy nuestro guardameta, aunque dicho sea de paso, también ha efectuado grandes paradas, un balón sacado de banda por los berinianenses, sobre el área, nuestro arquero que siempre se tira al suelo para detener la pelota, que el campo no es de hierba artificial como el nuestro, que detiene los botes de balón... este sale rebotado, dejándolo en los pies del delantero rival, haciendo el primero.
Una pena porque habíamos merecido mucho más.
Así llegó el final del primer cuarto.
En el segundo cuarto, "con la lata ya abierta" nuestro entrenador ha vuelto a sacar el mismo delantero, nuestro pichichi, pero esta vez no estaba acompañado por una defensa tan expeditiva y no ha podido recibir balones de contraataque tan claros como en la primera parte de partido.
Apenas hemos pasado de medio campo, y los verdes , con buen toque de balón, grandes tiradores desde fuera del área, enseguida se han dado cuenta que nuestro portero, SIEMPRE, venga por donde venga la pelota se tira al suelo para recibirla, por lo que la solución es intentar tirar de media altura hacia arriba, dado que recibe de rodillas, la pelota pasa por encima de su cabeza con facilidad.
Así fuero cayendo hasta tres goles más, en los que excepto uno , imparable, por toda la escuadra, nuestro cancerbero podría haber hecho más para evitar que el balón besara la red.
Tras el descanso de nuevo salió la defensa de verdad, de nuevo mi chica, otro de las nuevas incorporaciones, Aimar y nuestro hombre más fuerte sobre el campo, Adrián, volvían a poner el candado en la portería, para que al menos los nuestros se sacudieran el dominio rival y llegaran de nuevo a la portería contraria.
Nos cayeron más goles, la verdad es que creo que fueron 2 más, pero no estoy seguro, nosotros por medio de Adrián, de saque de corner por Aimar, conseguimos el del honor.
La defensa cumplió, y en el último cuarto llegaron hasta los 9 goles que dejaron el marcador en un injusto nueve a uno. Injusto por lo abultado, porque el juego desplegado por los nuestros no fue merecedor de tanto castigo.
Nuestro portero debería aprender a recibir la pelota con los pies sobre el campo, hoy habríamos encajado algún gol menos.
Además se ha notado la falta de nuestro cerebro, el que dirige el equipo, el que ve el juego un segundo antes de que se produzca, aunque esto no sea excusa para la derrota.
Del resto, los tres mencionados de la defensa, mientras han estado en el campo, me han gustado, nuestro pichichi, hoy no ha podido mojar, pero cuando le han llegado pelotas, ha puesto en jaque a los verdes, y el resto... pues eso, ni bien ni mal, sino todo lo contrario.
El brasileño, le llamo así por como le nombra su madre, para hacer honor a dicho nombre nos ha vuelto a hacer , como en todos los partidos, el "numerito del francotirador", ese que el jugador se tira sin razón,  exagerando en exceso una falta , que ni tan siquiera lo había sido, haciendo que el juego se parase, cuando la pelota estaba en poder de los nuestros, pero sino lo hace, no sería él.
Al final, derrota abultada, pero mejor actitud que en la última contra los mismos.
Al salir, varios padres, , como suele pasar cuando se pierde criticaban las tácticas empleadas por nuestro Míster, especialmente uno de los de uno de los jugadores que son como el buen soldado, esos que se decía que no tenían que destacar ni por arriba ni por abajo, de los que cuando acababan la mili, nadie se acordaría si habían estado o no...
Por suerte para mi, a pesar de no haber columnas, (alguno sabrá porque lo digo), esa persona está "escondida" , no la veo, ni la veo ni puedo verla, por lo que tranquilamente al acabar el partido me he separado del "mitin" en el que se criticaba la labor del Míster, sin enterarme apenas de nada.
Y como dice nuestro Míster, tras las flores, llegan las macetas.
Que le vamos a hacer, lo esperado. Derrota frente a un buen equipo, críticas de los padres, y para casa con el cesto de los goles.
Mi peque no ha hecho su mejor partido, ninguno de los nuestros lo ha hecho, pero ha cumplido, al menos para mi , que la veo con ojos de padre.
Esta segunda fase nos traerá más derrotas, más críticas, y más goleadas, pero si mi hija las afronta con la misma tranquilidad, (pese a su entendible tristeza momentanea) que la de hoy, mientras ella disfrute los minutos que está sobre el campo, el que escribe disfrutará con ella.

Y eso es lo que os cuento por hoy teclas, otro día os contaré más cosas.