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Capítulo 6
Trebor ya estaba en la calle cuando sonó el móvil, era un número oculto.
Lo cogió y dijo :
- Trebor Santiago, con quien hablo.
Desde el otro lado del auricular se oyó una voz metálica, distorsionada, que solo le dijo.
- Mañana, parque de la luna, 18 horas, monumento al pensador.
Y colgó.
Memorizó el mensaje, y lo dictó a su blog de notas del móvil, como hacía siempre que se acordaba de algo en un momento en el que estaba ocupado .
Parque de la luna a las 18 horas, monumento al pensador...
repitió en su cabeza para no olvidarlo, pese a tenerlo ya guardado en el móvil.
Volvió a coger su aparato, para llamar a Emma, su media naranja, su razón de ser, la única que podía ayudarlo ahora a organizar su cabeza, como siempre hacía desde el momento en que la conoció.
Eran las 9 de la mañana, ya estaría despierta.
Sonó solo 3 veces, cuando la voz de Emma sonó al otro lado.
- Hola cari, ¿que quieres tan temprano?
Trebor muy serio, solo dijo:
- ¿Podemos quedar en la cafetería de Juan en media hora? Te necesito.
- Pero , ¿Que sucede?, me estás asustando.
- Nada, no te preocupes, en media hora te lo explico todo. Te quiero.
Y colgó.
Emma, se preparó el café , que tomó de un trago, preocupada, y mucho con la llamada de Trebor, que era un hombre que siempre le sacaba la sonrisa, hasta e los malos momentos, y que con esa llamada , tan serio, le había dejado perpleja.
Antes de pasada la media hora, ya estaban los dos en la cafetería de Juan, el dueño, que ya era amigo, y que había sido una especie de "Celestino" para ambos.
Se sentaron en su mesa de siembre, Trebor seguía serio, pese a forzar una sonrisa al ver llegar a Emma.
- Mientras Emma se quitaba la cazadora, le preguntó:
- ¿Me vas a contar que pasa? , me has dejado muy preocupada.
Trebor tenía mala cara. Pese a ello le contestó con un comentario gracioso, intentando tranquilizar a Emma.
- Siéntate, cotilla, que todo lo quieres saber.
Una vez se hubo sentado, Trebor le contó a Emma todo lo que había pasado desde ayer, que había venido su hermana Chloe por sorpresa, que esta mañana había salido a correr, como la habían secuestrado y la extraña llamada que había recibido, justo al salir de comisaría...
Emma, escuchaba ensimismada, no quería interrumpir con ninguna de las muchas preguntas que llegaban a su cabeza, y cuando Trebor acabó, solo pudo decir:
- No te preocupes cariño, entre los dos lo resolveremos y encontraremos a Chloe.
Él la miró, y solo pudo besarla, porque era lo que necesitaba .
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