sɐsoɔ әnb әs әɯ uɐʌ opuәᴉɹɹnɔo , lɐʇ zәʌ ou uɐƃuәʇ ᴉu sәᴉd ᴉu ɐzәqɐɔ , oɹәd ᴉsɐ ʎos oʎ , ɐ sәɔәʌ oɔol , ɐ sәɔәʌ un oɔod ···

domingo, 28 de abril de 2024

Qué bonito es ser aficionado del mejor club del mundo.

 


Ayer, justo minutos antes del partido, en un grupo de Telegram formado por 10 amigos zaragocistas, empezábamos a preguntarnos el porqué de la ausencia de Coke, nuestro alma mater, un zaragocista de pro, conocido por muchos de los que me leéis a través de las redes, de una manera virtual, aunque os puedo asegurar que Coke era real, muy real.

Pronto empezaron a llegarnos noticias de su fallecimiento, no lo podíamos creer, no queríamos hacerlo.

Perplejos y hundidos por la noticia, empezaba un partido, delante de mis ojos el Real Zaragoza de Víctor Fernández, se enfrentaba al Leganés, 

Durante la primera mitad, el encuentro pasaba delante de mis ojos, pero yo no lo miraba, seguía roto por dentro, leyendo, contestando mensajes y recibiendo alguna llamada de personas que como yo, no querían creerse que Coke no fuera a responder en twitter diciendo que era un error , yo aún lo creía . 

La verdad es que no puedo contar mucho de esa primera mitad, lo poco que hice caso , cuando los "locutores" levantaban la voz, eran ataques zaragocistas con mayor o menor fortuna, pero por lo que he leído a posteriori, dominando el partido, el juego y la posesión.

En la segunda mitad, más de lo mismo, y como siempre, primer tiro a puerta del rival, primer gol en contra, ¿y sabéis que? casi ni me dolió. 

Coke ya me estaría llamando mamarracho si le digo esto, pero es la verdad, en esos momentos no me importaba el equipo, no me importaba nada, mi corazón lloraba por Coke, lo sigue haciendo, y ese gol no era lo importante.

Pero como si alguien les diese fuerzas, el Real Zaragoza seguía intentándolo, seguía tuteando al líder y parecía que podría llegar el empate en cualquier momento.

Pero pasaban los minutos y ese gol no llegaba, ese gol que nos diera una alegría en una tarde , una semana tan triste.

Y por fin, con el descuento cumplido y con un árbitro remiso a pitarlo, el VAR se encargó de hacer justicia, marcando un penalti , tras 4 minutos de incertidumbre.

Mesa se encargaba de convertirlo y se oyó un grito de rabia contenida, un goooool, de los que guardaré para siempre en forma de audios, esos audios que Coke me mandaba porque sabía que no me gustaban , y que voy a echar mucho de menos para siempre.

Ayer empatamos y volvemos a sumar , acercándonos un poco más al exiguo objetivo de esta semana, en una jornada, que lo menos importante pasó ante mis ojos, sin casi verlo , en una tarde a partir de la que ya nada será igual.

 

Coke.

Han sido más de 10 años de conversaciones casi diarias, en 2 grupos muy pequeños en número, muy grandes en lo personal, y en privado.

Hablábamos de todo, sabes cosas que posiblemente nadie sepa de mi, porque contigo se podía hablar de todo. Especialmente de fútbol, pero siempre, en los buenos y en los malos momentos, sabía que tú ibas a "poner" algo que me iba a sacar la sonrisa, incluso la carcajada.

Nos vimos solo unos minutos , cuando nos presentaron en el Baleares, y no podía imaginar que ibas a formar parte de mi vida de esta manera, me llamarás moñas, tal vez lo sea, pero te quiero Coke, como amigos, ya lo sabes, gracias por haber compartido conmigo estos más de 10 años, gracias por haber sido parte de mi vida, en lo bueno y en lo malo, gracias , de verdad , GRACIAS:

El día del ascenso, que llegará, no lo dudes, mi primer pensamiento será para ti.
#VaPorTiCoke



miércoles, 24 de abril de 2024

El cubo blanco . Capítulo 1.

 Capítulo 1


Como todas las semanas, Mila paseaba por el cementerio, cabizbaja , mirando al suelo , con
pasos lentos.

Como todas las semanas , al atardecer , Mila no hacía caso a nada , solo andaba y andaba , entre las tumbas y panteones .

El cielo amenazaba lluvia , el sol , entre las nubes , apenas iluminaba.

Una sombra , escondida entre los cipreses, vigilaba la escena , pero Mila no era consciente de ello.

Las primeras gotas , hicieron encogerse a Mila y acelerar el paso.

Estaba ya cerca de la puerta de entrada del campo santo , cuando sintió un ruido a su espalda , unas pisadas rompiendo el silencio del atardecer se acercaban por detrás de Mila , que apenas tuvo tiempo de darse la vuelta , antes de sentir un fuerte golpe en su cabeza.

Todo se fundió a negro y Mila cayó desplomada.

No sabe el tiempo que transcurrió hasta que recuperó la consciencia, no sabía donde estaba, solo sentía  dolor de cabeza y un fuerte mareo .

Era una habitación, con paredes blancas, sin ventanas ni puerta.

En el techo , unas luces leds muy potentes , que hacían daño a los ojos.

Mila , empezó a recorrer con sus manos las paredes, buscando una hendidura , algo que le diera una pista de como había podido llegar hasta allí.

En un rincón , un colchón y una manta , en el otro dos palanganas , una con agua y otra vacía, y nada más.

domingo, 21 de abril de 2024

Sufrimiento y honor

 El día empezaba mal, como casi todos últimamente.


Pero centrándonos en el fútbol, prefería no pensar en el der... ni derby ni leches, derby es lo que jugaba el Barbastro frente al Huesca, hace muy pocos años.

Prefería no pensar en el partido, un partido en el que nos jugábamos mucho, demasiado, y en el que , como dice Víctor, había que aflojar el nudo de la soga de nuestro cuello, y de paso, apretarlo al rival.

Las horas pasaban despacio, por un lado estaba deseando que llegasen las 21 horas para empezar, por otro lo temía.

Tras una tarde en la que miré el reloj más de lo habitual, llegaron las 21 horas.

El encuentro en un campo lleno, posiblemente por primera y única vez esta temporada, con un ambiente hostil y un árbitro que no destaca precisamente por sus buenas actuaciones frente a los nuestros.

Pese a todo, los casi 400 zaragocistas en las gradas se hacían oír.

Comenzábamos mal, sin presión, sin ataque, sin nada, yo me temía lo peor.

El Huesca un equipo de los que algunos llaman rocoso, yo diría más bien marrullero, protestando todas y cada una de las decisiones del trencilla de turno, y un Real Zaragoza nervioso, que no se acercaba al área del equipo local con peligro.

El Huesca al cuarto de hora ya nos había puesto los nervios a prueba , en un balón cruzado al área, que Mouriño no debió enviar a corner, solo dejarlo pasar... pero , en ese corner, Loureiro, partiendo del fuera de juego, que ni Ávalos ni el VAR quisieron ver , marcaba un gol en un disparo muy parecido al de Azón la jornada anterior en la Romareda.
Yo, lo reconozco, me hundí con ese gol, por lo visto hasta ahora , ni en este partido , ni en toda la temporada, no creía en la remontada.

El partido siguió por los mismos derroteros, con un Real Zaragoza cada vez más nervioso y el Huesca sin hacer nada, manteniéndonos a raya.

Pero , en el 35, Lluis López , cayéndose, desde el suelo, le da un balón en banda, a Liso, Adrián se lo lleva, recibe una falta al borde del área, merecedora de tarjeta, pero se levanta y sigue, otro jugador más experimentado , aún estaría retorciéndose en el suelo, pero Liso no, Liso llevado por unas ganas, que ojala la tuvieran muchos de los que visten la banquilla, disparó a portería, y con un poco de ayuda del portero rival, todo hay que decirlo, ponía el empate , un empate que despertó al Real Zaragoza y a toda la afición, la de la grada y la de casa.

A partir de ese momento, el Real Zaragoza fue otro. El peligro planeaba el área oscense, hasta que en el descuento, un manotazo en la cara de Javi Martínez sobre Mesa, que el árbitro sacaba fuera del área, a pesar de estar a un metro de la jugada.

Por suerte el VAR esta vez sí acertó y rectificó a Ávalos , pitando este penalti a favor del Real Zaragoza. El propio Mesa se encargaba de convertirlo en el 1 a 2 , a la postre definitivo.
La segunda parte con un Huesca que dio un paso a delante, hacía que de nuevo volvieran los nervios, un reloj que no corría, y que por unos instantes se detuvo, cuando en el min 53, Mesa lanzaba un disparo que Álvaro desviaba lo suficiente para que no entrase, golpeando el larguero, el gol de la tranquilidad, y el que hubiese empatado el golaveraje no llegó por poco.
Con los nervios a flor de piel, cada jugada oscense en nuestro campo podían conmigo, pero el tiempo pasaba, y no llegaba el gol en ninguna de las dos porterías.

En el 76 , tangana en el área zaragocista, codazo a Badía en el salto, agresión sobre Francés, y solo dos amarillas a los oscenses.
La agresión de Obeng debería haber sido roja...

Hasta que de nuevo el árbitro quiso ser protagonista, y a falta de 6 minutos, expulsa a Mouriño, que ya tenía amarilla desde los primeros compases del encuentro, por echar la mano atrás, golpeando al rival sin ninguna intencionalidad.

El Real Zaragoza con 10 y un Huesca lanzado sobre la puerta de Badía, que excepto el gol, resolvía , junto a su defensa todo lo que le llegaban no sin que y notase como que alguien me apretaba el corazón en cada una de ellas.

Luego llegaba la expulsión clarísima de Sielva, siendo el último hombre, cortando en falta a Valera, una vez que este se marchaba en solitario hacia la portería altoaragonesa.
Aún hubo tiempo de dos ocasiones de los de Hidalgo, una de Obeng, sí, el que debería estar en la caseta expulsado, y otra que Badía despejó tras tocar Francés, en lo que hubiera sido un empate  cruel e inmerecido en el Alcoraz.

Y así acabó un partido en el que nos escapamos de la quema , donde nunca deberíamos estar, con 45 puntos, con más 8 sobre el descenso , a la espera de los partidos de hoy domingo.

lunes, 15 de abril de 2024

Mal menor

 





Tras una semana muy mala en lo personal, esperaba que la tarde del domingo me pudiera dar una alegría al cuerpo, o a la cabeza, que le hace más falta.

 

Antes del partido en la Romareda, estuve viendo a mi otro equipo, la Unión Deportiva Barbastro, que también lucha por no pasar apuros, y tenía la oportunidad de poner tierra de por medio sobre el descenso.

 

En la Romareda, con la sombra del miedo sobrevolando desde hace tiempo, el Real Zaragoza volvía a encarar una final , otra más en esta aciaga temporada.

 

Los mismos once que hace una semana desplegaron un buen juego , y un pésimo resultado en el Ciudad de Valencia , salieron al césped del templo , espoleados por 24 mil zaragocistas. 

Pero se ve que eso no era suficiente, ya que vimos de nuevo al equipo insolente de Miranda, un equipo sin ganas , en el que solo algunos jugadores rayaban por encima de la media , pero más por ganas que por juego.

Enfrente un Elche , que con sus pases entre líneas , unas líneas zaragocistas , que se veían superadas una y otra vez por los ilicitanos, eran los que llevaban el peligro, y  en los que la falta de puntería , la suerte y Badía , impidieron que se moviera el marcador .

Los nuestros , poco arriba, poco abajo y en medio, pues tampoco, nada de nada .

Se llegaba al descanso, con una mezcla de desesperación y de confianza en la mejoría.

 

Pero en la segunda mitad , el que mejoró fue el Elche , en 7 minutos llegó 3 veces con peligro, tanto , que en el 52 lograban , en una falta al borde del área, batir a Badía , tras un remate extraño de Mario Gaspar, al tiro de la falta de Nico Castro,  que Badía no detuvo por muy poco.

 

Víctor movió ficha, pero las ocasiones seguían llegando del lado ilicitano, ante un Real Zaragoza totalmente noqueado.

 

Entonces surgió Azón, un balón en largo , que Iván lucha a Mario Gaspar sobre la raya de fondo dentro del área, se la lleva, busca ángulo y convierte en el gol del empate. 

Cuando más parecía que iba a llegar el 0-2 , el tiburón, nadando contra corriente , sacaba a flote a un equipo que se estaba hundiendo .

 

Tras el gol , ocasiones en ambas áreas, más visitantes que locales , yo solo en casa , sin la mirada inquisitiva de nadie , viviendo esa final, cada jugada , cada acercamiento, para un lado o el otro ,  de pie en frente de la tele.

Los nervios , más que el juego observado, me hacían que una y otra vez algún que otro exabrupto saliera de mi boca, con la única mirada asustada de mi perrita Yuka , que estaría pensando que me había vuelto loco.

 

Sentimientos enfrentados , cuando dijeron que añadían 8 minutos,  por un lado deseando más minutos para tener más opciones de victoria y por otro pensando que eran muchos y que podían marcar los visitantes y quitarnos el punto de Azón.

Al final , un mal menor , un simple punto que , como diría mi abuela, no nos saca de pobres , pero que ayuda a acercarse a un objetivo , que también es un mal menor , el de una permanencia, más que necesaria .

 

Por cierto el Barbastro también empató y también ha quedado con +5 sobre el descenso, aunque con solo 9 puntos por jugarse.

 

La semana que viene , habrá que luchar más , habrá que estar más entonados , porque seguimos muy cerca del abismo.

domingo, 7 de abril de 2024

Honra sin barcos



Antes de escribir esto, ayer me vinieron muchos títulos para definirlo, el primero la frase de " Jugamos como nunca, perdimos como siempre" , pero hoy por la mañana se repetía en dos medios diferentes, y había que cambiarlo.

Pensé, en "Derrota cruel" , pero también estaba "cogido".

También pensé en "Sensaciones", porque ayer se vió a un equipo con alma, con ganas, con garra, y con unas sensaciones que no habíamos tenido hace mucho, mucho tiempo.

Pero las sensaciones no suman puntos, que es lo que nos hace falta ahora.

Esas sensaciones que ayer nos mostraron, a mi, pesimista por naturaleza , me hicieron enfadarme, lo cual no es malo, porque partidos atrás ni eso me pasaba, me sentaba en la tele, o en la grada, veía el "partido" , por llamarlo de alguna forma, y me levantaba pensando, "más de lo mismo". 

Pero ayer no, ayer el Real Zaragoza jugó un buen partido, en el que , de nuevo, la falta de acierto en la portería contraria, y porque no decirlo, la suerte, (aunque hay que buscarla), de los rivales, con 2 goles en 3 tiros, nos dejó con eso, con la sensación de haber merecido más.

Un corner , con nuestra defensa desajustada, pensando aún en el anterior saque de esquina, mal sacado , protestado y sin ni siquiera un reproche por un árbitro del que prefiero no hablar, nos ponía por debajo nada más empezar.

Pero poco a poco nuestro Real Zaragoza se repuso y Toni Moya , desde la frontal sacó un zapatazo ante el que el repeinado portero rival nada pudo hacer.

En la segunda parte, un Real Zaragoza , el mejor en esta liga, puso varias veces contra las cuerdas al equipo local, aunque seguimos sin saber marcar , fallando en los metros finales.

Cuando todo parecía que iba a acabar en tablas, Dela se saca un tiro de esos que solo te sale una vez en la vida, y , tenía que ser contra nosotros, puso el 2 a 1.

Aún lo intentamos en lo poco que quedaba, pero de nuevo fallamos en el área rival.

Al final, pues eso, una nueva derrota, yo enfadado, por lo injusto del resultado.

Porque como dijo el Almirante Casto Méndez Núñez, Más vale tener honra sin barcos, que barcos sin honra... pero eso no me consuela, porque ayer hubiera preferido perder la honra y tener 3 barcos, 3 puntos más, para ir cerrando esta temporada, en la que el abismo sigue ahí, cercano, nuestro barco aún flota, lleno de honra, pero con muy pocos puntos.

Esperemos que el peso de la honra y la falta de puntos no acabe por hundirlo, porque mi pensamiento ahora mismo , ya os he dicho que soy muy pesimista, es que cada vez flotamos menos y los "barcos" de los rivales traseros se van acercando cada vez más.

lunes, 1 de abril de 2024

Cambio de hora , cambio de racha

 Con el cambio de hora , ha llegado una victoria que todo el zaragocismo necesitaba.

Esa hora que nos quitaban en la noche del sábado, nos la devolvió el equipo de Víctor Fernández, en un buen partido , con tres golazos, cuatro , si contamos el de Ángel , otra vez la ley del ex, y en el que el Real Zaragoza ha jugado un partido notable , aunque con varios tachones , que hacen bajar la nota del global.

A las 8 de la mañana me levantaba en tierra Comanche, paseo con mi perrica , y tras ello, al tren. 

Viaje cada vez más incómodo con esos "nuevos trenes", con asientos "enfrentados" en los que apenas caben las piernas del desconocido de enfrente y con una comodidad muy parecida a las sillas de urgencias.

Frente a mi un hombre de unos 40 años, que bebió tres latas de cerveza en el trayecto... a las 9 y media de la mañana, yo hice lo propio, pero eso fue ya al bajar del tren.

Por fin llegamos, me esperaba mi amigo Sergio, un viejo conocido, con el que nos pusimos al día, y comentamos cosas de nuestro equipo, entre el miedo a una nueva derrota y el desencanto con todo lo relacionado con el equipo.

Después a comer , en un bar llamado "Parque de los Príncipes" , bajo un gran escudo del Real Zaragoza, plato combinado, una nueva Ambar y a pasar por la tienda, antesala de la Romareda, no se puede visitar la Romareda sin haber visto las novedades de la tienda.

Alguna compra, porque hay cosas más fuertes que el desencanto y a por una nueva Ambar que llevarnos a la boca.

Me junté de nuevo, como en Miranda, con Montse y familia, e , indicativo de como estaba el tema, apenas hablamos del partido, quedaban dos horas y el Real Zaragoza, lo que nos une , apenas era el centro de conversación. 

Se olía "el miedo" , preferíamos no pensar... pese a estar rodeados de muchos zaragocistas luciendo distintivos del equipo del león.

Después llegó Rafa, un amigo de telegram, al que pude desvirtualizar.. 

Salió la alineación, y con ello empezamos a hablar del partido, de cosas que solo entiende Víctor, de jugadores que esta temporada no han demostrado nada, , y son demasiados .. 

Y por fin al templo, posiblemente la última vez que la vea tal y como está, 

Allí como siempre , con la gente de mi peña, Zaragocistas.com , comentando el tiempo que hacía que no iba, "desde principio temporada, "cuando ganábamos" que dijo uno...

Y empezó el partido, en 5 minutos ya habíamos atacado más veces que en los últimos dos partidos.

Parecía que este iba a ser diferente, y lo fue.

A los 7 , Francés en un corner , soltó un cañonazo que desde mi perspectiva y de toda esa parte de la grada , había dado en el lateral de la red... por suerte, tras un par de segundos eternos, vimos que Francés, el equipo y el resto del estadio lo celebraban y entendimos que no, que aunque no estuviéramos acostumbrados, eso era un gol, un golazo.

Por fin marcábamos, por fin podíamos celebrar un gol, por fin un cambio de hora. El tiempo pasaba, muuuuy despacio.

Mesa marcó de cabeza, esta vez si lo celebramos al momento, pero el VAR se encargó de anularlo, por un más que riguroso, fuera de juego... 

Un par de fallos de nuestra defensa, nos hacía microinfartar, dejando solo a Ángel contra Badía, menos mal que Edgar atrapó ese balón, por otra parte mal resuelto por el tinerfeño.

Pero media hora después del tanto de Francés, Ángel no fallaba, y llegó el empate, la ley del ex no falla, no lo celebró, como había dicho en la previa.

Pocos minutos después, Azón, que hizo un gran partido y al filo del descanso, cuando el Real Zaragoza ha marcado más esta temporada, nos ponía de nuevo por delante, con otro bonito gol.

Llegaba el descanso y ganábamos, que bonita sensación, y casi la teníamos olvidada.

En la segunda mitad, era Mesa que de volea, llevaba la pelota a la red, colocando el tercero, que ni el más optimista podía pensar antes del partido.

Y a partir de ahí, el miedo a despertar del sueño, el miedo a volver a hacer algo mal, y estropear lo conseguido, miedo, miedo, más miedo.

Jair llevó a la grada a un infarto colectivo, cuando dando un pase atrás dejaba solo al delantero tinerfeño, en el 80, que por suerte, Badía cubrió bien portería y obligó al rival a ajustarla tirándola fuera por muy poco.


De ahí al final, un final contenido, como que no nos lo acabábamos de creer, habíamos superado una bola de partido, pero aún quedan algunas más, hay que seguir remando, pero parece que ya se nota el trabajo de Víctor , recuperando jugadores, que dábamos por perdidos.

Y con esa victoria, habiendo celebrado 3 goles , 4 con el anulado, desde esa grada que pronto desaparecerá, pero en la que he vivido muy buenos momentos como zaragocista , también malos, pero esos no quiero recordarlos, salía de la Romareda, por fin , con una sonrisa en la cara, hacia Goya, a coger el tren de vuelta, donde ya no me importaba la incomodidad de los asientos, ni el tener frente a mi asiento a un señor con cara de pocos amigos, no era zaragocista, desde luego, porque ayer se nos notaba.

Y tras esa dulce despedida, de una vieja Romareda, que posiblemente no vuelva a ver así,  de vuelta a Tierra Comanche, con la satisfacción de haber tenido un día redondo, que ya me, nos hacía mucha falta.

No seré Zaragozano, zaragocista el primero

R. Liztor