sɐsoɔ әnb әs әɯ uɐʌ opuәᴉɹɹnɔo , lɐʇ zәʌ ou uɐƃuәʇ ᴉu sәᴉd ᴉu ɐzәqɐɔ , oɹәd ᴉsɐ ʎos oʎ , ɐ sәɔәʌ oɔol , ɐ sәɔәʌ un oɔod ···

viernes, 22 de mayo de 2020

Adios tío Roberto

Adiós tío, hasta siempre .
Te has ido sin poderte decir adiós , sin poder ni darte un beso , ni un abrazo, ni un te quiero,
Perece que era ayer cuando estábamos cogiendo castañas en la Ulzama con mi padre .
Cuando los dos por la carretera , buscabamos a "Bene" , que se nos había "perdido" por el monte, para que bajara a comerse el almuerzo con nosotros.
Parece que era ayer , cuando venias a  la grada de Lagunak , a ver a tu sobrina Myriam , jugando a fútbol.
Y parece que era ayer , cuando muchos días os juntabais los tres hermanos, en casa de mis padres , a estar juntos , a arreglar el mundo , con vuestras discusiones acaloradas sobre temas intrascendentes , vuestras voces potentes , acrecentadas por vuestras sorderas.
Se os oía desde la puerta de fuera , antes de entrar , ya sabía que estabais en vuestra tertulia,  que la mayoría de las veces la zanjaba yo, "mirando el cacharro ese" , preguntando a Google , otras ni eso valía , porque " ese no tiene ni idea, tiene que estar mal" . 
Pero así pasaban las mañanas , entre discusión y discusión demostrabais el amor que os teníais.
Ahora estaréis los dos juntos, ahí arriba, y cuando haya tormentas , y escuche los truenos , quiero pensar que sois vosotros,  Roberto y Bene que de nuevo estáis unidos, de nuevo "de tertulia" , haciéndoos oír.
Y como la propia tormenta, cuando esta acaba ,todo vuelve a quedarse tranquilo, hasta la siguiente vez, que volverá a tronar , para recordarnos que dos de los hermanos estáis de nuevo de tertulia, o cogiendo castañas, caracoles, lo que sea, pero juntos.
Adiós tío , sabes que nunca podré olvidarte, no en vano llevo tu nombre .
Adiós tío, te quiero.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Microrelatos, Real Zaragoza

El último partido
Nadie sabía que este era el último partido en la Romareda, que esta victoria era la última en mucho tiempo en el templo.
La afición, el equipo, los resultados, hasta el sol, todo sonreía.
Salíamos felices, pensando en volver pronto a llenar sus gradas, a celebrar los goles, a cantar el himno.
Todo era un como un sueño.
Hasta que dos partidos más tarde, ambos fuera de casa, y un maldito virus, nos despertó de golpe y puso “en pausa” toda nuestra vida, tal vez ese fue, el último partido en casa en mucho tiempo.

A 8000 kilómetros
Estoy 8000 kilómetros de ti, 8000 kilómetros recorridos.
De Pamplona a la Romareda, a Soria, a Miranda, a Santander.
8000 kilómetros de risas, de cantos, 8000 kilómetros de enfados y de llantos, 8000 kilómetros de confesiones, cuentas y silencios.
8000 kilómetros de amor zaragocista 8000 kilómetros de esperanza, 8000 kilómetros de ilusiones y de ascenso.
Estoy a 8000 kilómetros y sin embargo, te llevo dentro.

Azul y blanco
Azul y blanco no son solo colores, son sentimiento zaragocista, son alegría con las victorias, son tristeza con las derrotas, son éxtasis cuando se marca un gol, son desesperación cuando se encaja en contra, azul y blanco son compañerismo, son unión, son equipo, son pancartas, azul y blanco son palmadas, son gritos, son cánticos.
Azul y blanco es Romareda, son desplazamientos, azul y blanco son bufandeos, son el himno, son protestas por un mal arbitraje, azul y blanco son amor, son amistad, son todo.
Azul y blanco es el color del campeón.

domingo, 26 de abril de 2020

COSAS QUE CONOCEMOS, PALABRAS QUE NO SABEMOS

Hay veces que las palabras quedan en desuso, aunque todos
conocemos que es a lo que se refieren con ellas, no sabemos
relacionarlas.
Si nos dicen que mi padre cuando toma una cerveza y le gusta
con mucha giste, nada nos viene a la cabeza, y la hemos visto
tantas veces que podríamos nombrarla con un lemniscata.
En las casas, es raro que no se hayan perdido más de un
plastinudo, aunque no sepamos lo que es.
Y de pequeños aprendimos a meter el herrete por el agujero, para
no tropezar.
En cientos de películas, hemos visto pasar los estepicursores
mientras el malo se escondía tras la piedra.
Y nos quedan tres palabras de cosas que tenemos todos.
Justo, entre una sonrisa y un llanto, y sin ser la nariz, todos
tenemos el filtrum, no hace falta frotarse los ojos, y que veamos
los fosfenos.
Y aunque no nos guste, a veces hay que ir al médico, aguantar la respiración y sentir ese pinchazo en la sangradura.
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Aquí están los significados de las palabras subrayadas 


Giste :

A todos nos gusta tomarnos una caña con el giste en su medida exacta. Esta palabra se refiere a la espuma que queda cuando servimos una cerveza.

Lemniscata :
Por muchos conocida como “ el ocho tumbado ”. Se refiere al símbolo que
representa algo infinito, un camino sin fin que tanto usamos en las matemáticas.


Plastinudos :
No son los nuevos superhéroes de Marvel, ni un grupo indie. Seguro que en
algún cajón de tu cocina tienes más de un plastinudo, ese alambre cubierto
de plástico que sirvió para atar la bolsa del pan de molde y que ahora
descansa esperando otro uso.

Herrete :
¡Qué injusta es la vida! Uno de los mejores inventos de la historia tiene un
nombre olvidado. ¿Qué sería de los cordones de nuestros zapatos si en sus
extremos no llevaran herretes de aluminio o de plástico?

Fosfenos :
Cuando te frotas los ojos después de una larga jornada delante del ordenador y
los vuelves a abrir, pequeños destellos aparecen durante un breve instante,
desapareciendo en pocos segundos. Fosfeno no es ningún elemento químico,
es el nombre de cada una de esas estrellas fugaces.

Estepicursor :
En todas las películas del oeste en algún momento aparece una pequeña bola
de heno que, como por arte de magia, se desplaza a pequeños saltos. Como
toda esa frase era demasiado larga, se le puso el nombre de estepicursor. La
próxima vez que veas a John Wayne o Clint Eastwood, sabrás el nombre del
actor secundario más famoso del Espagueti Western.

Filtrum :
Menospreciado durante años, es uno de los grandes desconocidos de

nuestra cara. El filtrum es el pequeño surco que tenemos entre la nariz y el
labio superior . Siempre en un segundo plano durante los 70, pues estaba
siempre oculto entre los bigotes tan de moda en aquel entonces

Sangradura :
Muchos tenemos miedo a las agujas, y cuando nos toca hacernos un análisis y
extendemos el brazo, el tacto del algodón con alcohol sobre esa zona donde
nos pinchan opuesta al codo hace que temblemos de pánico. ¡Exacto! La
zona destinada a extracciones de sangre es la sangradura.

martes, 18 de febrero de 2020

Nada en concreto

Hace ya casi dos años que dejé parado este blog.
Hoy he decidido retomarlo, y la verdad es que tampoco sé porqué.
Tampoco esperes una historia espectacular, de hecho, llevo 3 líneas y aún no he dicho nada.


Esta es la historia de un señor, así , en general, un señor de un sitio, que vivía en una casa, de una ciudad cualquiera.
Todas las mañana, a veces sí y otras tampoco, se levantaba , se duchaba, casi siempre, y salía a la calle, cuando quería.
Como trabajaba desde casa , salir era tener fiesta y quedarse en casa era todo lo contrario.
Cuando salía, le gustaba, aunque tampoco en demasía, ir a pasear al parque.
El parque era el típico parque, con sus árboles, sus caminitos, su césped, sus bancos y sus niños gritando y corriendo como posesos.
Pero los laborables , tenía lo mismo, a excepción de los niños y eso hacía que el parque fuese más bonito, sobre todo mucho más silencioso.
No es que a nuestro protagonista , al que aún no le hemos puesto nombre... llamémosle Remigio , no le gustaran los niños, de hecho, hace ya muchos años, hasta fue uno de ellos, pero una vez cambió de bando y pasó al de los adultos, casi prefería tenerlos lejos.
Estaba Remigio en un banco, a solas con sus pensamientos, cuando de repente, uno de esos niños vociferantes llegó junto a él. Se sentó en el banco y con una pelota cogida con sus pequeñas manos , le miró fijamente.
Remigio seguía a lo suyo, con los ojos cerrados, pensando y pensando, en nosequé y en nosecuantos, y notó los dos ojitos clavados en su cara, como dos pequeñas agujas.
Cuando abrió los ojos vio al niño, mirándole sonriente.
Remigio miró a su alrededor, buscando un adulto, pero no había nadie.
El niño no hablaba, no se movía, solo miraba y sonreía.
Volvió a cerrar los ojos, con la esperanza de que el niño se aburriera y se marchase... pasaron los minutos y seguía notando al niño a su lado.
Volvió a abrirlos y ahí seguía , mirando y sonriendo.

Remigio le dijo :

Niño, ¿que haces aquí solo? ,¿ no deberías estar en el colegio?

El niño , miraba y sonreía, solo eso, miraba y sonreía... bueno, y sujetaba la pelota con sus pequeños bracitos.

Remigio insistió:

¿Que quieres niño?

Pero el niño , ahí a lo suyo, sin parar de mirar, sin parar de sonreír.

Se levantó rápidamente y emprendió camino a su casa, el niño le siguió, mirando y sonriendo.

Aceleró el paso, el niño hizo lo mismo.
Pronto el paso era tan rápido, que el niño, con sus piernitas no podía seguirlo y se fue quedando atrás.
Llegó al portal, sacó las llaves, se dio la vuelta, y ahí estaba de nuevo el niño, mirando y sonriendo.

De repente, se oyó una voz de un señor muy muy mayor, diciendo:
Remigio, Remigio, ven aquí.
Y el niño , dio la vuelta y corrió hacia su abuelo.

Remigio no podía creerse que ese niño en realidad era él, y ese señor mayor era su abuelo.
Cerró los ojos, se los frotó con fuerza , el típico gesto de incredulidad , y cuando los volvió a abrir, estaba solo, en su sofá, se acababa de despertar de una bien ganada siesta.

Se levantó, se puso de nuevo sus gafas de ver de cerca y volvió a su ordenador, a hacer lo de siempre, nada en  concreto.