sɐsoɔ әnb әs әɯ uɐʌ opuәᴉɹɹnɔo , lɐʇ zәʌ ou uɐƃuәʇ ᴉu sәᴉd ᴉu ɐzәqɐɔ , oɹәd ᴉsɐ ʎos oʎ , ɐ sәɔәʌ oɔol , ɐ sәɔәʌ un oɔod ···

martes, 14 de marzo de 2023

Puente del Arco Iris

 Cuando nos dieron las cenizas de Moly, nos entregaron una tarjeta con este texto, que he querido compartir.





Puente del Arco Iris

Hay un puente enlazando el cielo y la tierra, se llama Puente del Arco Gris porque tiene muchos colores.
Al otro lado de ese puente, hay montañas y valles con mucha vegetación.
Cuando nuestro amigo fallece va a este lugar, siempre hay comida, agua y tiempo primaveral. Nuestros amigos son jóvenes y fuertes de nuevo y juegan todo el día.
Pero solo les falta una cosa, no están con la persona especial que tanto les amo en la tierra. Cada día saltan, corren y juegan hasta que llega el día en que uno de ellos mira hacia arriba, la nariz se le agita, las orejas se levantan y sus ojos miran atentamente... De repente sale corriendo,¡¡ te ha visto!!
y cuando tú y tu amigo especial os encontráis, lo coges en tus brazos, te besa la cara una y otra vez y miras una vez mas en el corazón de tu fiel amigo para cruzar juntos el Puente del Arco Iris y nunca más estar separados

lunes, 6 de marzo de 2023

Moly , siempre en mi corazón


 

Hasta siempre Moly.

Te has ido en silencio, como siempre has estado, nunca te quejaste, apenas ladrabas, solo para jugar.
El maldito mosquito te contagió y poco a poco fuiste apagándote.
Solo pesabas 6 kilos, cuando estabas bien, pero dejas un hueco de toneladas.
Apenas has pasado con nosotros 2 años y medio, En realidad 28 meses, pero ya formabas , siempre lo harás, parte de nuestras vidas.
Nunca pensé que a un perro se le podía coger tanto cariño, y la verdad es que no es cariño, es amor. Siento que algo muy importante me ha dejado, nos ha dejado.
Solo mirarte ya me hacías sonreír, cada carita que ponías me daba la felicidad.
Eras la bondad en vivo.
Tumbadica en tu rincón, sin decir nada , me dabas una paz que no creo que vuelva a encontrar en ningún lado.
Acariciarte era congraciarte con el mundo.

Cada beso que me has dado te lo he devuelto multiplicado por mil, y aún así , siento que me han faltado miles, millones de besos por darte.
Ahora paso por el comedor y miro tu rincón, voy al ordenador y me giro, esperando verte en la cunita, ahí, como siempre en silencio, y al mirarte ver como abres esos ojazos , limpios de maldad, para mirarme.
Hoy ha sido el primer día que he ido a la cocina donde dormías, y no estabas, y no me hago a la idea que nunca más volverás a estar.
El hueco que me has dejado, que nos has dejado en casa es mucho más grande de lo que nunca imaginé.
La palabra "comidita" siempre me recordará a ti , con la que te llamaba , diciendo "Voy a ponerle la comidita a la Moly" y era decir eso y ver que estabas ya en la puerta de la cocina mirándome.
Esa y tantas otras.
Cuando me iba a vestir por la mañana y como siempre en silencio ya me esterabas en el sofá, para poner tu abriguito, friolera mía, a dar el primer paseo del día...

Cualquier cosa que veo en casa es algo que me recuerda a ti, la terraza, la cocina, el comedor, el "despacho", hasta el pasillo.. mi corazón sigue "traicionándome" y me hace pensar en que en algún momento vas a aparecer , va a aparecer esa mirada, esos ojos grandes para una cabecita tan pequeña, unos ojos puros, en los que veía solo bondad, cariño, amor incondicional..
Has estado muy poco tiempo con nosotros, y nos han robado muchos momentos, muchísimos. 
No hemos podido ir a la playa de perros, no hemos podido ir al río, hay tantas cosas que teníamos pensado hacer contigo que nos han robado.
Tantas y tantas cosas que hasta me duele pensarlo.
Es imposible describir con palabras lo que me has dado, imposible describir todo lo que me has hecho sentir, imposible , al menos yo no soy capaz de plasmarlo con letras. 
Bondad, paz, relajación, felicidad , acariciarte, mirarte, verte comer, andar, verte venir hacia mi para que te diera una chuche, o simplemente una caricia , simplemente saber que estabas dormida a mi lado, eras "mi chiquitica", eras mi paz , soy un egoísta y te necesito, no logro hacerme a la idea de que ya no estás. 
Te quiero Moly.



Postdata : Algunos dirán que solo era una perrita, pero quien tenga o haya tenido un animal en casa , sabe que son mucho más que eso.

Cuento infantil . Moly, una perrita asustadiza.

 

Esta es la historia de una perrita, una perrita muy pequeña que vivía en la calle.

No estaba con sus padres porque cuando era muy muy pequeña, y como era muy miedosa, oyó un petardo y salió corriendo, ella corrió y corrió, y se perdió.
Sus padres la buscaron por todas partes, pero no consiguieron encontrarla.

Ella vivía en una caja de cartón que había en un basurero.

Por el día dormía, con un ojo abierto y otro cerrado, pendiente de cualquier ruido, porque era muy muy miedosa.

Por la noche, cuando no había nadie en la calle salía a buscar comida.

Iba a los contenedores y siempre había algo que los humanos habían tirado, pan, carne, bollos... Y así iba pasando los días, asustada con todo, escondida todo el día.

Pero una noche al acercarse a los contenedores un coche la deslumbró y su miedo la paralizó.

El coche pasó muy cerca y le golpeó la patita.

Moly oyó un “crack” y sintió un dolor muy fuerte en su pata ...

Cayó hacia atrás entre los contenedores sin poder moverse hasta que una pareja de humanos la recogió.

Ella estaba, como siempre, muy asustada.

Los humanos la llevaron a la veterinaria, la doctora Curaperros (ese no era su verdadero nombre, pero todo el mundo la llamaba así).

Allí le curó la patita y al tiempo una familia con dos niñas la llevó a su casa.
Al principio, se pasaba el día en su camita, hecha un ovillo, y solo salía para ir a la calle, donde ella no estaba a gusto, porque tenía miedo a todo, a los coches, a los perros, a la gente, a los aviones…

Un día salió con el padre, y cuando ya estaban cerca de casa, una bocina la asustó, Moly corrió muy rápida y al llegar al final de su cadena, pegó un golpe y la rompió… siguió corriendo, por suerte es una perrita muy lista y se fue al portal, perseguida por su humano, que la llamaba nervioso…

Pero cada día que pasaba las niñas jugaban más con ella, Moly ya salía de la cocina e iba a las habitaciones de sus nuevas amigas, le encantaba estar con ellas, le acariciaban, le daban “chuches” , le hablaban… ella no las entendía, pero le gustaba ver sus caras sonrientes mientras le pasaban la mano por su cabecita y escuchar sus voces.

Poco a poco el salir a la calle ya no le daba miedo, cuando veía otro perro, sus humanas le dejaban que jugase con él .
Empezaba a conocer a todos los perritos del barrio, le gustaba pasear por el día viendo a las palomas y los patos que jugaban en un lago cercano.
Poco a poco perdió el miedo y Moly se dio cuenta que sin ese miedo podía disfrutar más de todo.
Los papás humanos de la casa también le hacían compañía y ella se sentía querida por todos.

En la calle se sentía protegida por su “nueva familia humana”, le encantaba ir a ver a un perro lanudo, al que ella llamaba Lanas, que siempre estaba en el balcón, en un primer piso. Moly, que apenas ladraba, a Lanas, le llamaba desde abajo, y en la distancia se contaban cosas. Los humanos sonreían al ver a los dos tan contentos.

Lo que más le gustaba a Moly era morder cuerdas, hasta llegar a esta casa , las cuerdas que ella se encontraba en la calle, habían sido sus únicos juguetes, por eso cuando su nueva familia le trajo un juguete de cuerda de los de verdad, los mordisqueaba muy contenta… la verdad es que se rompían muy fácil, pero aunque al principio sus humanos parecía que no les gustaba que lo hiciese, después pareció no importarles , porque cuando lo rompía le daban siempre otro .

Moly se acostumbró a comer como los humanos, desayuno , comida y cena, porque antes , cuando vivía en la calle, comía lo que podía y cuando podía.

Moly tenía muchos abriguitos, y cuando salía a pasear con sus humanos , siempre se los ponían. Moly estaba muy contenta, porque ella era muy friolera, y así no tenía frío.

Cada vez era menos miedosa, y aprendió a hacer cosas que no sabía, como dar la patita, salir a la puerta a recibir a los humanos cuando volvían a casa, a recoger la pelota cuando se la tiraban.
Los humanos se ponían muy contentos con ella, le acariciaban, le daban chuches de perro y ahora sí los entendía a medias, ya sabía que ella era “Moly” , y por el tono de su voz sabía que les gustaba tenerla en casa.

Moly, la miedosa Moly seguía siendo una pequeña perrita, pero ahora era una perrita feliz.

Moly pasó de ser una “vagabunda” a ser la princesa en una casa de humanos.