Ayer podía ser el final del sufrimiento, de una temporada para olvidar en todos y cada uno de los sentidos.Ayer podía ser nuestra salvación, podía ser muchas cosas, pero no, fue más sufrimiento, más mala leche, más hartazgo, más hastío.
Después de un fin de semana viendo partidos horribles de nuestros rivales en la parte baja, sufriendo, como no, con sus goles , y celebrando goles ajenos, llegaba nuestro partido.
Pese a que el tiempo presagiaba tormenta, bueno, presagiar no, que estaba cayendo como si no hubiera un mañana, el partido comenzaba como todos queríamos, y en el minuto 3 , Liso, a pase de Azón, nuestros dos delanteros canteranos, llevaban el éxtasis y sobre todo la tranquilidad momentánea a la grada y a las casas de los que lo veíamos por televisión.
Pero el partido seguía, el Racing de Ferrol , sin hacer un juego espectacular, aunque aún no he visto en segunda nadie que lo haga, no bajaba los brazos , y los nuestros no eran capaces de llevar más peligro sobre la meta del rival.
Con Francés muy bien plantado atrás, tampoco Cristian pasó demasiados apuros en esta primera mitad.
La verdad es que las cosas iban bien, pero , somos el Real Zaragoza 23/24 , si algo puede salir mal, saldrá mal.
Porque , de nuevo a los 3 minutos de juego, esta vez del segundo tiempo, llegaba el gol , pero esta vez para el Ferrol.
Un gol que posiblemente no volverá a meter en su vida, con un toque mirando al tendido, batía de vaselina a Cristian.
Álvaro , por su pasado zaragocista lo celebró muy respetuosamente, no se puede decir lo mismo del zaragozano Clemente, que lo celebraba con rabia.
Liso , el mejor de los nuestros, lo intentaba, pero como ha pasado tantas otras veces, los porteros rivales se convierten en "Zamoras" en la Romareda, y sacaba el disparo de nuestro canterano con la punta de los dedos.
Dos minutos después , mal saque de corner, contra del Ferrol y de nuevo Álvaro, que batía a Cristian, poniendo el 1 a 2.
De nuevo apenas lo celebró.
A partir de ahí las prisas, Liso y Vaquero ponían a prueba de nuevo a Cantero, y a la portería de la vieja Romareda, con un disparo al larguero del segundo, que no entró por poco...
El tiempo pasaba, y aparte de los dos canteranos, nadie parecía llevar peligro en el Real Zaragoza.
Yo , hundido en mi sofá, ya había perdido la esperanza, ya se había apoderado de mi el pesimismo, bueno, hace tiempo que lo hizo, y de repente, el peor delantero que tenemos... con permiso de Bakis, remata de cabeza flojo y centrado, con la suerte que el portero rival resbala y no puede atrapar la pelota, viendo como esta se introduce en su portería.
A partir de ahí suelto mi rabia, pero no solo por el gol, el ver a Enrich ir a celebrar el gol al banquillo, como si hubiera ganado la Recopa, el perder el tiempo para intentar la remontada, esa autocomplacencia con un empate que igual nos sirve o igual no,
Esa celebración me crispó los nervios, llamarme raro, pero no la entendí.
¿Dónde están las ganas de victoria?
Ese balón se coge de la red , se lleva a medio campo y se coloca, para que el rival saque, porque un punto nos permite seguir sufriendo, pero es eso, una medicina para no morir , y lo que tengo yo son ganas de vivir, de poder tener el fútbol como válvula de escape a todo lo que me rodea, no como un añadido a todo lo que me duele.
Luego dijo Víctor que había jugadores llorando en el vestuario, menos lágrimas y más ganas, eso es lo que tienen que sacar en los dos partidos que quedan , si no quieren ser la plantilla que descendió al Real Zaragoza a la ahora llamada primera federación.
La semana que viene, jugamos todos a la vez, no espero sacar nada de Santander, pero nada de nada, ojalá me equivoque.
Pero espero que alguno de los resultados rivales nos den la vida que nosotros solos no sabemos ganarnos.
#VXTCk
No hay comentarios:
Publicar un comentario
liztormail@gmail.com