Empiezo a estar un poco harto de la mal llamada afición de nuestro Real
Zaragoza. No me refiero a la afición en general, a esa que de verdad siente
cada partido, cada victoria cada derrota
como si fuera algo determinante en su vida. Esos que pase lo que pase
jamás dirán algo contra los nuestros, aunque puedan pensarlo.
No, esa afición, que es la verdadera, sino de esa que subidos
en un púlpito, ya sea de un periódico, de una radio, de un blog o de un simple
perfil en una red social se empeñan en atacar a los nuestros desde su mal
entendido zaragocismo cuando van las cosas mal.
Los que se les llena la boca de pedir que se cuente con la cantera pero si por casualidad remota juega uno, ya es demonizado, así como a Ortí, que para su desgracia juega en el equipo de su tierra, y aquí eso es poco menos que un pecado.
Los que se les llena la boca de pedir que se cuente con la cantera pero si por casualidad remota juega uno, ya es demonizado, así como a Ortí, que para su desgracia juega en el equipo de su tierra, y aquí eso es poco menos que un pecado.
Atacan, solo atacan, dicen que son zaragocistas pero yo creo
que no lo son.
Son, obviamente salvando las distancias, como esos maltratadores que golpean a una
mujer a la vez que le dicen que es por su bien y que la aman.
Cada vez que hay partido tengo que “limpiar” mi twitter de
gente agorera de gente que parece que disfrutan cuando las cosas van mal, que
desde su libertad de expresión , muy respetable por otra parte, se dedican a
criticar a nuestros jugadores por sistema, por eso disfrutan cuando ven que
pueden criticar cosas, cuando Jiménez saca una alineación extraña obligado por
las bajas, cuando perdemos por goleada, cuando un fichaje que suena no llega,
todo es criticable, todo es censurable , ese es su deporte la crítica
constructiva, aunque de constructiva tenga muy poco, pues
no les veo criticar una mala jugada, simplemente atacar en todo momento.
Pero claro, también puede que la cosa vaya bien, puede que
como al final de la temporada pasada , el Real Zaragoza gana un partido tras
otro, entonces todos se ponen la blanquilla, todos son más zaragocistas que
nadie, ellos son de los que siempre han confiado, de los que , al contrario que
otros, siempre han creído que íbamos a conseguirlo…
Porque ellos son de los que reparten los carnets de
zaragocistas, ellos que son más zaragocistas que nadie porque van a la Romareda
partido tras partido, aunque algunos vayan “a gastos pagados” , son los únicos
que pueden hablar con conocimiento de
causa, porque el resto no valemos lo que ellos.
Tan pronto da el aire en un sentido o en otro, ellos se
colocan siempre de espaldas, dejan que el viento les empuje y son siempre ”los
más”, da lo mismo si es para ponerse a gritar “Alé Zaragoza Alé Alé” porque se gana,
o para poner a parir a todos los jugadores, cuerpo técnico propietario,
presidente o a quien sea, porque siempre tienen que ser los primeros, los que más,
porque así son protagonistas.
El verdadero zaragocismo siempre está con el equipo, puede
no compartir una alineación, el juego o la aportación de un jugador o (lo que
es más posible) las formas de actuar de la directiva, pero no critica todo por
sistema, porque las críticas constructivas aportan , pero las de esta gente,
periodistas y no periodistas, no , solo buscan la polémica, el protagonismo y
aprovecharse de ese equipo al que dicen amar para que la gente hable de ellos ,
aunque sea un rato, aunque sea para insultarlos, porque cada insulto es para
ellos una medalla que exhibir entre sus acólitos, que también los tienen, en
pro de su atacada libertad de expresión.
Harto de gente que dicen ser zaragocistas y solo son
“jinetes de caballo ganador”, harto de ellos he abandonado twitter, porque no
informan, contaminan.
Por eso he decidido escribir esto, no acostumbro a hacerlo,
de hecho es mi primer texto y posiblemente el último.
Un zaragocista harto de los veletas.
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