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jueves, 24 de enero de 2013

Aconséjame con un consejo

Hola teclas, hace mucho que no escribo sobre nada que no tenga que ver con el balón, por eso hoy voy a escribir algo que no tiene nada que ver, una de esas cosas extrañas que me salen de lo que la gente llama cerebro, y que se supone que yo tengo casi  a estrenar.



Era un chaval que no era ni muy guapo ni muy feo, ni muy listo, ni mucho menos tonto, ni muy alto ni muy bajo, no era gordo pero sin embargo tampoco se le podía considerar delgado, aunque estaba más cerca de lo segundo que de lo primero.
Bebía mucho, pero nada con alcohol, sus borracheras con nestea eran algo muy comentado en las redes sociales ...
Un buen día este chico se echó novia, era feliz , sus amigos también lo eran , aunque de vez en cuando les pedía consejo, ellos dos hombres experimentados en el trato con el sexo opuesto, dado que ambos llevan casados muchos años intentaban desde su experiencia darle las pautas para que él pudiera ser más feliz en su relación, el otro, más joven,  le aleccionaba desde su posición de persona cabal y no poseída por los extraños pensamientos que se nos apoderan a todos con el paso del tiempo.
Nuestro amigo, al que las cosas más o menos le iban bien aunque no hacía ni caso a ninguno de los consejos que recibía,  o tal vez por eso.
El tiempo pasó y esa relación en la que nuestro amigo había puesto mucho , porque no decirlo, toooodo su interés llegó a su fin.


Tras esa relación nuestro protagonista lo pasó mal, lo sigue pasando, Cada día les hablaba de su dolor, y sus tres amigos intentaban aconsejarle, él como siempre escuchaba atentamente hacía como que lo comprendía, compartía sus pensamientos con sus amigos, se desahogaba y luego, como siempre también hacía caso omiso a todo lo que sus amigos con toda su buena voluntad le habían dicho.
Así un día , otro día, una semana y otra, hasta que por fin alguien le dio algo, casualmente lo mismo que sus amigos le habían repetido hasta la saciedad y entonces solo entonces, cuando lo escucha de otra gente... va el amigo y se lo cuenta al resto del grupo, pidiendo una vez más consejo sobre el consejo recibido, cuando se le recuerda que eso es lo que  le han repetido hasta la saciedad, pone su cara de buena persona, en realidad la única que tiene y dice que sí, que ya lo sabe pero que ahora nos va a hacer caso al consejo y lo va a poner en práctica.
La verdad que esta vez le ha costado solo 23 días , parece que deben sentirse orgullosos , no de él , que ya lo estaban a pesar de que no hacerles caso casi nunca, sino de ellos mismos , porque a pesar de saber que no se les iba a hacer caso siguieron intentándolo, siguieron animándolo, siguieron siendo amigos, que es lo que los define con una sola palabra.

¿Y que conclusión se puede sacar de todo esto? Pues en realidad no voy a ser yo quien te la diga, creo que ya eres lo suficientemente mayor para que te tengan que guiar, decirte cual es la conclusión e incluso aconsejarte sobre las cosas, porque en realidad este servidor, este blog no es nada más que un vehículo para sacar fuera mis pensamientos, que a veces tienen hasta sentido, pero las más no tienen ni pies ni cabeza.
Eso sí, me voy a pesar de todo, permitir el lujo de darte un consejo, luego como el protagonista de esta especie de historia lo escuchas o solamente lo oyes (ya sé que solo lo  puedes leer , aunque abajo del todo de este blog hay una aplicación que te permite escuchar los rollos que aquí pongo) . Este es mi consejo, seas como seas, grande, pequeño, gordo, delgado, moreno o rubio, o ninguna de las cosas mencionadas, nunca dejes escapar a los buenos amigos, aunque solo los hayas visto una vez las nuevas tecnologías pueden hacer que los que están muy lejos llenen tu vida mucho más que los que viven cerca.
Y eso es amigas teclas lo que os quería contar hoy.

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