El Cubo Blanco, Capítulo 19

Capítulo 19

El móvil de Trebor vibró.


- ¿Dígame? 

- Hola, soy el Intendente Eulogio Gutiérrez, ¿Se acuerda de mí?  , le llamo en referencia a su hermana Chloe. ¿Sabe algo de ella?

- Ah, sí, tendría que haberle llamado. El mismo día que había perdido el móvil y la riñonera volvió a casa. 
Me explicó, que lo habrá perdido y que había estado buscándolos media mañana.
Cuando llegó a casa y vio que ya los tenía allí, ya se despreocupó.
Por lo que yo creo, si han secuestrado a alguien, será a otra chica que llevaría lo de mi hermana.

- ¿Qué raro? ¿Y porque no dijo nada?, bueno, da igual, dígale que se pase por comisaría, que quiero hacerle unas preguntas.

- Se me olvidó, lo siento, culpa mía. Y Chloe, me temo que no va a poder hablar, se ha marchado de nuevo a Londres, me dijo que me llamaría al llegar allá, pero aún no lo ha hecho, siempre hace lo mismo, es el despiste personificado.
No se preocupe que cuando me llame, le paso su número.

- De acuerdo, no olvide hacerlo.

Trebor colgó, y al darse la vuelta estaba Emma, entre enfadas y extrañada.

- ¿Cuánto tiempo llevas ahí? Dijo Trebor.

- Toda la conversación. ¿Se puede saber que historias le has contado al policía? ¿Por qué le mientes?

- Emma, tengo que contarte muchas cosas, pero este no es el sitio.

Subieron a la habitación, y Trebor le contó a Emma lo que sabía. Que el Cubo Blanco en realidad no era una secta, sino una organización criminal, que los padres de Estrella fueron asesinados por esta, porque no quisieron seguir pagando a cambio de la protección que les brindaban.
Que el tío de Estrella, Ángel, sabía de la existencia del cubo blanco y que tenía un pendrive en su caja fuerte con todos los datos que podían hundir a la organización, y que ese era el seguro de vida, tanto de él como de su sobrina Estrella y de su adoptada sobrina Mila.
Pero ahora todo había cambiado, Ángel no contaba con un secuestro, y que le forzasen a hacer lo que no quería.

El secuestro de Chloe solo fue para presionar a Trebor  a que ayudase a Estrella a lograr el pendrive.
Trebor había estado en contacto con el Cubo Blanco, hace muchos años, allí conoció a los padres de Estrella, y contaban con ese lazo para intentar lograr su propósito.

Emma no salía de su asombro... 

- ¿Y todo eso lo sabías desde un principio? ¿Cómo has podido ocultármelo?

- No Emma, dijo Trebor, Me enteré esta noche pasada, por eso esta mañana, cuando te he dicho que me había ido a dar una vuelta, he ido a hablar con Estrella, para decirle que todo va a ir bien y que pronto sabremos como liberar a Chloe y a Mila.

- Que sepas Trebor, que me has defraudado, ¿Cómo has podido ocultarme eso?

- Pero Emma, solo quería mantenerte al margen, esa gente es muy peligrosa.

- La mujer salió de la habitación enfadada, dando un portazo.

El cubo blanco, Capítulo 18

 Capítulo 18

Estrella estaba en su habitación, cuando le llegó una notificación de Telegram.
Era Trebor, simplemente le decía:

- Pronto acabará todo.

Estrella ya no confiaba en él, ni en su tío, ni en nadie.
Todo su mundo había cambiado en cuestión de días.
¿Sus padres y su tío miembros de una secta? , no podía entenderlo, y ¿Por qué habían secuestrado a Mila y a la hermana de Trebor, si Trebor era de los malos?. ¿o es que también estaban presionando a Trebor, y por eso habían secuestrado a Chloe?, ¿Qué tenía su tío que quisieran los del cubo blanco que fuera tan importante como para secuestrar a dos chicas? ¿Y si no era capaz de encontrar lo que buscaban? miles de preguntas golpeaban una y otra vez su cabeza y para ninguna de ellas parecía tener respuesta.

En ese momento, María golpeó la puerta, y sin esperar respuesta entró.

- Hola Estrella, he estado investigando y el Cubo blanco también estaba en España, cuando cayó la central de EEUU muchos de sus miembros escaparon a España, concretamente  Beriniano, donde tiene tu familia la fábrica de galletas, no sé igual tiene algo que ver.

Estrella levantó la mirada, clavándola en la pantalla de la tablet que le enseñaba María. Sin decirle nada, se la arrebató de las manos y empezó a leer.
No ponía nada de su familia, apenas salían un par de nombres, ambos americanos, de gurús de la secta que fueron detenidos y que fueron extraditados a EEUU.
Nada que pudiera darle que pensar que sus padres o su tío eran parte de la secta, como había dicho Trebor, pero sí que daba que pensar que fuera precisamente en Beriniano, la tierra de sus padres donde se tenían noticias de la secta.

Estrella cogió el móvil, abrió Telegram , y respondió a Trebor.

- Necesito verte, necesito saber más .

El Cubo Blanco. Capítulo 17.

 Capítulo 17

 

Entraba Trebor a la cafetería del hotel Romareda , cuando la voz de Emma sonó a su espalda.

 

- Trebor, ¿se puede saber donde te habías metido?

 

Trebor se volvió y con una sonrisa forzada contestó:

 

- Buenos días a ti también.
Me fui a dar un paseo, necesitaba coger aire.

 

- Te he llamado un montón de veces, dijo Emma, ¿Por qué no me has cogido?

 

Trebor sacó su móvil y desbloqueándolo vio 17 llamadas perdidas , todas de Emma y varios mensajes de Telegram.

 

- Perdona, lo puse en silencio y sin vibración y no me enteré, iba pensando en mis cosas, bueno, en Chloe, ya me entiendes.

 

Emma, cambió la cara .

 

- Perdona Cari, me asusté , pensaba que te había pasado algo.

 

- No te preocupes Emma, todo va a  salir bien. ¿Tomamos un café?

 

Emma pensó en lo tranquilo que veía a Trebor, le había sentado bien el paseo matutino.

 

- ¿Qué vamos a hacer?, ¿Vamos a la policía?. Preguntó Emma de pronto.

 

Trebor levantó la cabeza de su café y simplemente, con gesto serio dijo:

 

-No, no insistas.

 

- Bueno, entonces, ¿Qué hacemos?

 

- Esperar Emma, esperar.  No te preocupes, todo va a salir bien.

 

En ese momento sonó el móvil de Trebor , este descolgó, lo llevó a su oreja y asintió un par de veces con la cabeza antes de decir , de acuerdo, y colgar.

 

Emma lo miró interrogante, esperando que Trebor le dijera algo, pero este siguió dando vueltas a su café con la misma expresión sería que antes de la llamada.

El Cubo Blanco. Capítulo 16

 Capítulo 16

Trebor llamó a Estrella por teléfono.

- Soy Estrella, dime.

- Hola, necesito verte, he hablado con los secuestradores. dijo Trebor.

- Cuando quieras, ahora mismo estoy libre. contestó Estrella nerviosa.

- En 15 minutos en el bar de ayer, dijo Trebor, y colgó 

15 minutos después Trebor llegaba al bar, en que ya esperaba Estrella.

- Dime, ¿Qué te han dicho? ¿Quieren dinero? Tendré que hablar con mi tío, yo no tengo mucho dinero, bueno sí, pero no puedo sacar mucho de golpe, porque...

- Tranquila Estrella, ahora te explico, interrumpió Trebor.

Trebor, se sentó, pidió un café y esperó a que se alejase el camarero.

- Mira Estrella, los secuestradores quieren que hables con tu tío, pero no quieren dinero.
Tu tío no es quien tu crees que es, como no lo eran tus padres. 
¿Recuerdas que tu amiga el otro día nos enseñó un artículo sobre el "Cubo Blanco" , pues tanto tus padre, como tu tío estaban metidos en eso.

- ¿Qué quieres decir con , "estaban metidos"? No entiendo, le cortó Estrella.

Trebor prosiguió:

- Pues eso, que eran parte del Cubo Blanco, una secta que operaba en EEUU, pero también en España, de hecho siguen operando aquí, y necesitan algo de tu tío, y tú eres la que tiene que conseguirlo, sino quieres que le pase nada a tu hermana Mila.

Estrella lo miraba sin entender nada. ¿Qué tenía que conseguir?. 

- Mira Estrella, yo necesito que lo hagas, ya sabes que mi hermana también está secuestrada, el cubo blanco necesita que consigas algo que solo tu tío sabe donde está, sino nuestras hermanas lo van a pasar muy mal. ¿Verdad que tú no quieres eso?

- ¿Pero que quieren? Si no me lo dices , no podré... 

- Shhhhh, calla, no grites, este no es el sitio.

En esos momentos llegó el camarero con el café. Trebor dio las gracias, pagó, y de nuevo esperó a que se alejase.

- Mira Estrella, lo que te acabo de contar no se lo puedes decir a nadie, ni a tu amiguita, ni mucho menos a tu tío, por supuesto tampoco a Emma, ella no debe saberlo, si ella se entera me hará muchas preguntas y no se las puedo responder. De hecho, ni siquiera debe saber que hoy nos hemos visto, ¿Has entendido?

- Pero... quiso hablar Estrella,

- Ni pero, ni pera, ¿Has entendido? . le cortó Trebor.

- Sí, sí, no nos hemos visto, asintió Estrella,

- Muy bien, cuando sepa algo más, te lo haré saber.

Trebor bebió su café de un trago y dejó ahí sentada a Estrella en un mar de dudas.