Capítulo 31
Trebor, Emma y María, esperaban la llamada de Estrella, para saber que le había contado Anselmo.
Así mismo Trebor estaba pendiente de su Telegram por si le llegaba alguna instrucción sobre donde debía entregar el pendrive, y sobre todo pensaba en su hermana Chloe y su próxima liberación.
Pero los móviles no sonaban y la espera se estaba haciendo inaguantable.
Trebor estaba de los nervios y decidió salir a la calle, aunque fuera al parque que se divisaba desde la terraza, la temperatura era agradable, la gente paseaba bajo la sombra de los árboles, los niños correteaban y en un pipican cercano, varios perros jugueteaban mientras sus dueños hablaban de ellos como si de unos niños se tratasen.
Emma decidió acompañarle, y María se quedó en casa siguiendo por el ordenador la reunión de Anselmo y Estrella, aunque sin sonido, ya que la cámara que habían colocado carecía de micrófono.
Cuando Trebor y Emma llegaron al parque, y comenzaron el paseo nerviosos, no vieron como María los observaba desde la terraza.
Sacó el móvil y escribió:
- Ya tenemos el pendrive, Lo guarda Trebor, Estrella está ahora con Anselmo. Ya me diréis que hay que hacer ahora.
Una vez que recibió un escueto OK, borró el mensaje y tras guardar el móvil regresó al comedor, donde en la pantalla del pc se veía a Anselmo hablando de espaldas a la cámara ya Estrella mirando a la misma como intentando decir algo, pero María no era capaz de leer en los labios de la chica que quería decir.
Vio que Anselmo colgaba y con una sonrisa acompañaba a Estrella fuera del despacho. La puerta del mismo quedaba fuera de pantalla, y durante más de 15 minutos nadie entró en el mismo.
Estrella llamó a María una vez fuera de la fábrica:
- María, ¿estáis todos juntos? Os tengo que contar varias cosas.
- No, dijo María, estoy sola, Trebor y Emma se han ido a tomar el aire, no soportaban la espera. ¿No puedes adelantarme algo?
- Mejor cuando estemos todos. Voy para casa, ya aviso a Emma y Trebor que voy. Y Estrella colgó.