Roberto Liztor por fin respira en Territorio Comanche, la permanencia ya es un hecho, la temporada que viene seguiremos en primera y el Osasuna, el equipo de muchos de sus amigos también.
En Territorio Comanche se confiaba en la salvación de su equipo, es más yo también la daba por segura. Solo había que ver que el Villarreal a mitad de semana se encontraba celebrando la despedida de soltero de Diego López, mientras 6 equipos se jugaban su futuro. Es comprensible que los equipos que no se juegan nada se relajen en los días previos a un partido para ellos intrascendente.
Mientras toda la semana he estado escuchando cosas sobre maletines, por ganar, por perder, del Getafe al Levante, del Real Zaragoza (jajaja, me da la risa solo pensarlo, ¿maletines del Real Zaragoza? ¿Y con que los llenamos, con adoquines? ), que si teníamos un pacto firmado con el Levante desde principio de temporada… (parece que no se acuerdan que en el último partido de la primera vuelta le cedimos al Levante el farolillo rojo ganándoles en la Romareda.)
Unos decían que nos salvábamos, incluso apostaban por ello, y ganaron, otros me daban el pésame adelantado, otros hablaban de los nervios. Mientras los osasunistas parecían relajados, obviamente lo tenían mucho más fácil que nosotros.
Y así llegó el sábado, el más importante de la temporada, donde nos lo jugábamos todo a una sola carta.
La afición desplazada a Valencia se merecía una alegría, desde allí me llamaron para compartir ese momento conmigo David y Pepi.
Se juegan los partidos.
Cuando acabó el partido, en mi barrio se escucharon cohetes, siempre se celebran así los goles del Osasuna, por lo que esta vez con más razón. El Osasuna ha estado 3 veces en la situación de jugársela en la última jornada en los últimos 10 años, saben jugar en el alambre, parecen estar acostumbrados, yo no creo que pueda ni quiera acostumbrarme a ello.
Pronto recibí la llamada de un buen amigo, Fran, este salía del Reyno, contento, como no podía ser de otra manera, me llamaba para darme la enhorabuena, yo hice lo mismo, el año que viene podré volver al hotel a recibir a los míos, podré bajar al Reyno de Navarra a ver a mi Real Zaragoza, y eso es porque ambos seguimos en primera.
Luego fui a mi ordenador, puse la ATV para ver las reacciones, mientras atendía la llamada de buenos amigos zaragocistas Javier, Joaquín y Mariajo desde la capital aragonesa.
Mientras veía al bueno de Andoni, como se acordaba de mi pueblo, Barbastro, no en vano la Peña Zaragocista de Barbastro se llama Andoni Cedrún, compartía la alegría.
Lunes tras el partido
El lunes he ido recibiendo enhorabuenas, parece que la gente se alegra, tal vez no de nuestra permanencia, sino que se alegra por mí. Tal vez tenga buenos amigos, tal vez solo lo digan por quedar bien, tal vez lo piensen de corazón. Pero osasunistas, realistas, merengues, culés e incluso un deportivista me han dado la enhorabuena por la permanencia.
Al quedarnos en primera yo he respirado, para mí ha sido una liberación. Es en verano cuando más luzco mis camisetas del Real Zaragoza, más que nada por la temperatura. Hace dos años cuando descendimos tuve que aguantar risas de algún que otro “mierdaniño” a los que me refería en la “semilla del mal”, pero esta vez no podrán hacerlo, tendrán que aguantarse las ganas, podré lucir , con el mismo orgullo zaragocista que siempre, pero sabiendo que estamos en primera, en el sitio que por historia y títulos nos corresponde.
Con esto se acabaron los escritos desde Territorio Comanche en liga, pero eso no quiere decir que con esto se acabe la sección hasta comenzar la liga de nuevo.
No sé con qué regularidad escribiré, pero sabed, que en Territorio Comanche habrá un zaragocista que os agradece de corazón el que me hayáis leído jornada tras jornada, espero no haberos defraudado.
Y eso es todo, después de conseguir la permanencia, de un zaragocista, Desde Territorio Comanche.
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