Hacía tiempo que los zaragocistas no nos fijábamos en el descenso, en el que nuestra meta no estaba en los que nos persiguen, sino en los que nos preceden
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| Fuente Periódico de Aragón |
El otro día ganamos, sí, otra vez ganamos.
Como somos el Real Zaragoza había que darle emoción. Por
suerte esta vez, al contrario que en otras ocasiones los nervios fueron al
principio, y claro, eso hace que viendo que el cronómetro hasta los más
pesimistas , apoyados por la fe que le ponen los nuestros , pensásemos que las
cosas se podían arreglar, claro que , al menos yo, no pensábamos que se iban a
arreglar “tanto”, hasta el punto de convertir lo que podía ser en una gran
decepción en lo que ha sido la mayor alegría desde el final de la temporada
pasada con la salvación.
Eso sí, crecidos por su victoria que les ha servido para
mantener la esperanza, los “comanches” que de haber perdido se veían ya
hundidos, me dicen, como un amigo que el penalti era más que dudoso, que no le
dio en la mano, que si le dio fue fuera y que si le dio dentro fue totalmente
involuntaria…. Yo alucinaba, me daban ganas de decirle la famosa frase esa de “y
si mi abuela tuviera ruedas, bicicleta”…
Ahí no acaba la cosa, Pizzi no se tiró, se cayó, y podría
haber pitado penalti, y aunque no lo pitase, no intentó engañar a nadie, se
cayó y punto… por lo que no debería haber sido expulsado…
Hay veces que la gente pierde la ecuanimidad cuando trata de
“re arbitrar” y se deja llevar más por el corazón que por la razón.
Sea como fuere, debo reconocer que yo el penalti “en vivo”
no lo vi, pero que fue clarísimo en las repeticiones, y que Pizzi golpea la
pierna de nuestro defensa buscando ser derribado lo que quiere decir que
intentaba forzar un penalti inexistente.
Y luego había que meter 5 goles, que precisamente la última
vez que los vimos en la Romareda en liga fue el uno de mayo de 2005,
precisamente digo porque fueron los rojillos los que los recibieron.
Me gusta como jugamos, parece que Jiménez ha encontrado su
once, que Víctor es nuestro fichaje estrella, pero que no es el único, Movilla,
Montañés, Sapunaru, Loovens, nuevos nombres que han calado ya en nuestro
corazón zaragocista, algunos desde hace mucho, como Movilla, otros desde esta
misma temporada, pero todos parecen ser un acierto de planificación que hacia
mucho tiempo que se daba en nuestro equipo.
Seguimos jugando con “Testiculini”, como en el final de la
temporada pasada, pero a eso le añadimos cabeza, fe y una afición que confía en
los nuestros, porque lo harán mejor o peor, pero luchan como si el mañana no
fuera a llegar nunca.
Un ejemplo es Zuculini. Triste protagonista del comienzo del
partido, pero que sobre todo en la jugada del primer gol, dejó bien claro que desde
el momento en que vio que la pelota no iba donde él quería, corrió a defender,
fue regateado, y regresó a cubrir no pudiendo salvar el gol en el momento en
que Bruno Gamma la mete colocada por encima de Roberto es el jugador de campo
más cercano.
Esa lucha, a pesar de que puedan fallar, es lo que yo pido
en un equipo, porque como decía mi abuelo: “El que hace lo que puede, no está
obligado a más”.
Por eso el sábado espero ver de nuevo a mi Real Zaragoza
plantándole cara al Barcelona, el segundo equipo de la mayoría de los rojillos,
sino el primero. Porque yo también tengo
dos equipos, soy del Real Zaragoza y del que juega contra el Barça, y da la
casualidad que en esta jornada coinciden.
Con la confianza de que los nuestros con “Testiculini” a la
cabeza se van a dejar hasta el último aliento en hacer que nos sintamos
orgullosos de ser zaragocistas, eso es todo lo que tengo que contar esta vez ,
que no es poco, desde Tierra Comanche.
Y lo de siempre teclas, otro día os traigo más cosas
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