Parece que no queda otra que sufrir, sufrir en el campo,
sufrir malos arbitrajes, sufrir expulsiones injustas, en una palabra SUFRIR
Este fin de semana ha sido, deportivamente para mí,
horrible.
El sábado mí chica que juega en un equipo de chicos, era
goleada en el que posiblemente sea el último partido de pretemporada, nada
menos que por 0 a 9.
Confiaba en que en el partido del Real Zaragoza las cosas
fueran distintas, en que el Real Zaragoza nos volviera a dar una alegría como
cuando el Osasuna visitó la Romareda hace 15 días.
Todo se empezó a torcer cuando Romaric llegó tarde a una
pelota y golpeó la pierna de Lacen…
Creo que si el que pega llega a ser de uno de los dos
grandes, seguramente se hubiera saldado con una amarilla, para no romper el
partido, pero somos uno de los otros 18, roja y a la calle.
Los nuestros comenzaban a sufrir, nosotros desde la grada o
al otro lado de la pantalla, también.
Pero viendo el partido no parecía que estábamos con 10, y con
el 0-0 llegaba el descanso.
Por eso, había que cambiar las cosas, y comenzaba un nuevo
sufrimiento, el concierto de pito del colegiado.
Su doble rasero, su incompetencia salió a flote cuando nos
pitó: penalti y expulsión.
Nos dejaba con 9,
Roberto estuvo a punto de detenerlo, pero hubiera dado lo
mismo, lo hubiese mandado repetir.
Teníamos que sufrir una derrota, y así fue.
Los nuestros lo intentaron, nuestro gran portero, Roberto, ese al que mi compañero de columna cambiaría por Leo Franco, demostró que es uno de los mejores porteros de la categoría.
Teníamos que sufrir una derrota, y así fue.
Los nuestros lo intentaron, nuestro gran portero, Roberto, ese al que mi compañero de columna cambiaría por Leo Franco, demostró que es uno de los mejores porteros de la categoría.
Pero al final no pudo ser, y el sufrimiento no sirvió para
nada.
Derrotados, robados y enfadados, se fueron los espectadores del partido a comenzar las fiestas del Pilar.
Derrotados, robados y enfadados, se fueron los espectadores del partido a comenzar las fiestas del Pilar.
Mientras aquí, los “comanches” volvieron a sufrir otra
derrota, en manos del equipo con más navarros de la primera división. Hasta 3
palos pegaron los rojillos, pero se volvieron de vacio.
Hoy no quiero hablar de fútbol, porque para muchos parece
que no jugamos. Muchos me hablan de un tal Messi, de un tal Ronaldo, de Pepe y
gente que me suena de los telediarios, pero apenas les hago caso.
Yo bastante tengo con lo mío, con mi sufrimiento, y lo peor
de todo es que me estoy acostumbrando a tenerlo.
Creo que el sábado vimos al Real Zaragoza de final de liga
pasada, un equipo que ha vuelto a sacar a “Testiculini” de titular, pero al que
su compañero “suerte” no le acompaña.
Otra vez un equipo que sin merecerlo se lleva los tres
puntos del municipal.
Nos tocará sufrir de nuevo el domingo en los nuevos
Cármenes, frente al Granada de Pina, pero si le echamos las mismas ganas y por
fin llega la suerte, de la que dicen que “solo llega si se busca” , podemos
empezar a enderezar el rumbo, este rumbo torcido que solo nos salva de estar en
puestos de descenso llevar un mejor golaveraje que los recién ascendidos
deportivistas.
Hoy hablaba con un osasunista y me decía que ellos iban a
sufrir mucho este año, pero que están acostumbrados, y eso es lo peor para mi,
que tanto sufrir los zaragocistas nos estemos acostumbrando a ello, y la verdad
es que no quiero acostumbrarme.
Eso es todo desde Tierra Comanche.
Os deseo a los zaragozanos que disfrutéis de las fiestas del Pilar, que para sufrir siempre nos quedará tiempo.
Os deseo a los zaragozanos que disfrutéis de las fiestas del Pilar, que para sufrir siempre nos quedará tiempo.
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