Ayer por no hacerlo más tedioso, por no aburrir más aún no quise hablar de un banco, uno en concreto, que a pesar de estar deteriorado, de poner en peligro que una pesona mayor o un niño se sienten o pongan la mano en las astillas y acaben haciéndose daño, ha sobrevivido a la epidemia de sus hermanos en la plaza de Lur Gorri
Y aunque maltrecho, con un agujero de varios centímetros ve pasar a la gente , a los coches y a una villavesa que seguramente traerá foráneos que se llevarán una pésima imagen de nuestro pueblo, desde el lateral de la carretera , muy cercano a la marquesina y a los letreros incompletos de la biblioteca .
Ni tampoco de otro, en la primera plaza , que parece también contagiado de la epidemia, pero que mientras es una trampa para las decenas de niños que juegan en sus alrededores diariamente.
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