No puedo recordar mi infancia sin pensar en que ahí estabas tú, cuando cogíamos a Olga de las Concepcionistas e íbamos a comer chocolate a la Estafeta, a la calle Zapatería a ver a la "Prima Vera" , o simplemente a callejear por esas calles llenas de gente y tiendas.
Tampoco puedo imaginarte sin llorar, porque seamos sinceros , eras muy llorona, cada vez que recordabas momentos vividos, te emocionabas , y llorabas de entre emoción y tristeza porque no volverían, pero también me imagino tus risas , esas risas sinceras, con las que recordábamos las anécdotas pasadas.
Te vamos a echar mucho de menos, especialmente , creo que puedo hablar por ella, mi madre, "tu hermana" , como tú solías decir, que aunque tenías una, a ella, a mi madre la considerabas mucho más que a una cuñada, una hermana, y como tal la hacías sentir.
Ahora estarás con tu amado Roberto, y Bene , mi padre, discutiendo por quien empieza la partida, por el color de fichas que os ha tocado , y por fin riendo de nuevo, porque tras una vida unidos, vuelves a estar con esa media naranja, que es más bien "medio corazón."
Ahí estarás con ellos, poniendo paz, en sus discusiones, Y feliz, porque sé que estarás feliz, viendo , desde donde estés, a tus hijos, a tu nieto Joel, que ya es todo un hombre y a tus nieticas, Eva y June.
Hasta siempre tía, ya has dejado de sufrir, aunque a nosotros nos toque sufrir tu ausencia.
Un beso , como tantos que nos hemos dado , esos sinceros, esos de tía a sobrino y viceversa, esos que ya no te podré dar, pero no te preocupes, ya te dará por mi, mi padrino, tu Roberto, que seguro que ya lo tendrás sentado al lado.
Descansa en paz.