Tal vez el título sea demasiado poético para lo que viene a continuación, no me lo tengáis en cuenta.
Esta semana es "el partido" , un partido en el que yo , al empezar la temporada, y viendo como se iban confeccionando las plantillas, creía que iba a ser un camino de rosas, pero de todos es sabido que las rosas tienen espinas, y esa flor tan bonita que vimos en los primeros 70 minutos de Miranda, poco a poco ha ido marchitando para quedar en un zarzal.
Un zarzal en el que espero no salir "muy arañado" , porque la confianza ahora mismo es mínima.
Un zarzal con demasiadas espinas, la de la prensa, una prensa la aragonesa, que en su mayoría se dedica a clavar cada vez que puede su espina, cada vez que ve un descuido, una debilidad de "los nuestros " (entrecomillado, porque alguno de los que clavan espinas parecen enemigos y que están en otro bando diferente al mío), una prensa que ya tiene su muñeco a donde clavarlas desde hace tiempo, pero que han estado esperando la derrota para apretar con más fuerza.
Una afición, que desde las redes, (que es lo que a mi me llega) , solo piensa en acabar con Popovic, opinión respetable, pero que no aporta una solución, simplemente quiere que se vaya sin saber quien puede venir ni, y esto es lo más importante, si podemos pagarlo.
Luego está la Romareda, soberana, que como paga puede pitar todo el partido, claro que puede hacerlo, también puede ponerse la camiseta del equipo contrario, puede incluso animar al rival, el que paga manda, ese no es el problema, el problema es si eso ayuda a mejorar la situación o simplemente la estropea más. Si con sus silbidos motiva a su equipo, si hace que se esfuercen más, que corran, que den mejores pases, que marquen goles, en definitiva, que ganen, pues adelante, que les piten desde que salgan a calentar, o mejor aún desde que lleguen en el autobús o en sus coches de millonarios a la Romareda.
Yo nunca pitaré a mi equipo durante un partido, llamarme raro.
A cualquier psicólogo que preguntes, te dirá que está comprobado que si quiero que alguien se esfuerce y llegue a un propósito, conseguiré más animándolo a ello , que chillándo en su contra desmotivándolo.
Pero allá cada uno con su conciencia.
Mientras tanto, y aunque nos duela, el domingo nos visita el líder, colíder para ser exactos. Un equipo unido. Tanto plantilla como afición. En el que la cagaron (perdón por la palabra, pero es lo que mejor define la situación), en Copa, alineando a quien no deben y eso puede sacarlos de la competición, ser multados, pese a haber ganado la eliminatoria.
Y a pesar del cabreo de la afición con la directiva, con el delegado, con el Osasuna en general, ahí estuvieron animando frente al Leganés y sacando adelante el partido.
Me da mucha pena, mucha envidia e incluso mucho "asco" el ver que otras aficiones son capaces de aislar lo malo durante 90 minutos, pese a todo, y olvidarse de todo menos lo que pasa en el césped y que nosotros no sabemos.
De acuerdo que lo que pasó sobre el verde de la Romareda es incalificable, que no es que jugásemos mal, es que no jugamos, que la actitud fue penosa, que no se esforzaban, que no salía nada bien, pero nada de nada, eso es incuestionable, por eso hay que animar con más ganas, o simplemente abstenerte, por eso está la frase: "Te animaré cuando menos lo merezcas, porque será cuando más lo necesites".
El domingo es uno de esos días, en el que el Real Zaragoza no merece ese ánimo, porque llevamos dos partidos infumables, pero lo necesita, hay que revertir esta situación y el rival es de los que sin tener grandes individualidades, forman un equipo, le ponen ganas, tal vez solo eso, pero eso les ha bastado para sacar 9 puntos de 12 .
Yo tengo mucho miedo al domingo, no sé si (volviendo a la metáfora inicial), sabremos encontrar una rosa entre tanta espina. No sé si el Real Zaragoza, atenazado por la presión, por los resultados y por su mal juego, será capaz de imponerse a un equipo hecho con retajos y sobre todo con "retacos" de 20 años, que juegan cada balón como si fuera el último.
Desde luego o el Real Zaragoza sale enchufado o creo que la semana que viene va a ser muy mala para todos, especialmente para mi , en "Tierra comanche"
Mi amigo Javier, del que ya os he hablado, lo va a vivir en primera persona, tiene pensado ir a la Romareda, camuflado de "civil" como me ha dicho , para evitar problemas. Ya le he dicho, que mientras no se vista de Popovic , puede estar tranquilo.
No sé que pasará el domingo, no sé si seguiremos haciendo el ridículo o cambiaremos la dinámica, pero hace tiempo que no vivía una previa de un encuentro del Real Zaragoza con Osasuna con tantas dudas y tantos temores, tanto miedo, sobre lo que se verá en el césped como el de esta jornada.
El domingo se sabrá todo, esperemos tener una comida tranquila tras una victoria aragonesa.Nada me gustaría más.
No seré zaragozano, zaragocista el primero.
Miedo muchísmo. Pero no es por un partido, es por acumulación. Estamos cansados de perder, cansados de fracasar, cansados de hacer el ridículo... son demasiados años, esto acaba con la paciencia de cualquiera.
ResponderEliminarY sí, seguramente fuese mejor que la afición zaragocista fuese como otras y animase durante todo el partido a muerte a su equipo, pero esta es una afición inconformista y exigente... y aún así pide muy poco, sólo actitud. Si la actitud del equipo no está a la altura de lo que merece la grada, la actitud de la grada no veo exigible que esté a la altura del equipo. Estamos cansados, muy cansados.