En este artículo copiado de : http://www.curiositas.es/articulos/historia/mentiras-nacionalismo-catalan.html , vamos a presentar una serie de falacias históricas que el nacionalismo catalán utiliza para reivindicar su división con el resto de España.
1. La Corona catalano-aragonesa o Condederació catalano-aragonesa:
Nunca hubo tal corona, a eso se le llamó siempre Reino de Aragón. el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV que se casó con la reina aragonesa Petronila nunca se tituló rey de Cataluña y Aragón. No solo eso sino que se reconoció vasallo del emperador toledano Alfonso VII (su cuñado) que se titulaba Hyspaniae Imperator. Además por aquella época no existía todavía el gentilicio catalán ni el nombre Cataluña.
2. La bandera cuatribarrada que comparte Aragón, Valencia, Baleares y Cataluña no es catalana:
A pesar de que Rovira i Virgili dijera: "La Unió catalano-aragonesa adoptà l'enseya catalana de les quatre barres vermelles." es falso. El origen de la bandera es aragonés. Representaba la casa real de Aragón. El primer rey aragonés en usarla fue Alfonso II. Todos los autores catalanes del medievo entre ellos Muntaner llamaron a la bandera cuatribarrada, la senyal real d'Aragó. Nunca dijeron que fuese l'escut de Catalunya como dicen ahora los nacionalistas.
Hablar de banderas o de reyes catalanes no tiene ningún sentido. Nunca hubo ningún rey catalán ni ningún Estado catalán. Los únicos reyes de los que se puede hablar son los reyes de Aragón. La casa condal de Barcelona -que no representa la actual Cataluña porque ésta estaba formada por más condados- al único reino al que pertenecieron fue al de Aragón.
Además en la bandera cuatribarrada se encuentra el origen de la bandera nacional de España. La bandera de la Marina Real en tiempo de Carlos III todavía blanca, se cambió por otra que se distinguiese mejor en altamar, se pensó en la del reino de Aragón, pero tampoco se distinguía bien por ser las barras muy estrechas, así en imitación a esta se ensancharon las franjas y la amarilla se hizo doble que las rojas.
3. La Diada nacional de Catalunya, símbolo de resistencia nacional catalana contra el imperialismo castellano.
Según el nacionalismo catalán, "el centralismo y el espíritu colonizador de Castilla hacia Cataluña se fue intensificando hasta que en 1714, durante la Guerra de Sucesión, Castilla y Francia aliadas, vencierona Cataluña, Inglaterra y Austria". Nada más falso.
En realidad, el 11 de septiembre de 1714 lo que ocurrió fue la entrada de las tropas de Felipe V a Barcelona que estaba bajo dominio francés. En el asedio a Barcelona participaron miles de catalanes integrando el ejército borbón. Otros miles de catalanes sitiados en Barcelona lucharon para la que estimaban como legítima dinastía española y de la "libertad de toda España". Así lo atestigua por ejemplo el historiador nacionalista Ferrán Soldevilla.
No sólo eso, sino que un siglo después en la Guerra de la Convención. Los catalanes participaron con entusiasmo en defensa de su religión, su rey y su patria contra los revolucionarios franceses. De hecho se puede leer en el Diario de Barcelona del 1 de octubre de 1792 un Soneto Catalá celebrando la toma de la localidad rosellonesa de Bellaguarda:
" Vallesir, Rosseló, la França entera
del valor espanyol lo excés admira:
Ya espera resistir, ya desespera:
ya brama contra el Cel, però delira:
que lo cel es qui vol que torne a Espanya
lo Rosselló, Navarra y la Cerdenya".
4. Cataluña históricamente se opuso a España y se reveló contra ella:
Bien, con la invasión napoleónica en 1808, los catalanes se levantaron heroicamente contra los franceses y lucharon a muerte por la libertad de España. De hecho, la heroica defensora de Zaragoza, Agustina de Aragón, fue barcelonesa de padres leridanos, y realmente se llamaba Agustina Raimunda Saragossa Doménech. Por otra parte, igual que hubo catalanes luchando en otras partes de España, también hubo españoles de otras provincias que lucharon en tierras catalanas.
5. Cataluña es una nación histórica.
Todo lo contrario, el nacionalismo catalán tuvo que ver con el auge industrial y económico de la segunda mitad del siglo XIX en Cataluña, además de con la crisis de 1898 con la pérdida de Cuba y Filipinas.
Fíjense lo que dijo Joan Estelrich, diputado de la Lliga Regionalista -el partido de Prat de la Riba y de Cambó- en las cortes de 1931 (fuente: La nacionalidad catalana, cap. VIII de E. Prat de la Riba)
"Lo que nosotros queremos es que todo español se acostumbre a dejar de considerar lo catalán como hostil; que lo considere como auténticamente español; que ya de una vez para siempre se sepa y se acepte que la manera que tenemos nosotros de ser españoles es conservándonos catalanes (...) que no nos desespañolizamos ni un ápice manteniéndonos muy catalanes; en fin, que la garantía de ser nosotros muy españoles consiste en ser muy catalanes. Porque lo contrario es ir contra la naturaleza. Y por lo tanto debe acostumbrarse la gente a considerar ese fenómeno del catalanismo no cómo un fenómeno antiespañol, sino como un fenómeno españolísimo."
Ojalá te oyeran ahora los Carod, Puig, Tardá, Mas y compañía.
Y aquí otro escrito que me llegó por correo de
que pasaría si Cataluña se independizase:
Cataluña se convertiría en un Estado independiente, como es hoy Túnez o Marruecos. No pertenecería a la Unión Europea, ya que, para ello, tendría que solicitar formalmente su adhesión y cumplir con los requisitos previos; esto podría durar años. Además, España tendría que dar el visto bueno para su entrada, y, podría oponerse durante más años todavía. Tendría su moneda propia que podría ser el "catalino", por poner un ejemplo.
Estarían separados de España y de Francia por una frontera bien definida, controlada por Aduanas, o por los antiguos fielatos, donde tendrían que pagarnos los correspondientes aranceles.
Como no pertenecerían a la Unión Europea para conseguir cualquier mejora en sus relaciones con Europa tendrían que obtener el apoyo de España. Su moneda tendría un cambio flexible con el euro y probablemente se devaluaría con lo que, para evitar una inflación importada, tendrían que trabajar más que ahora, pagar más impuestos que ahora y ser más pobres que ahora.
Los españoles allí residentes tendríamos pocas diferencias con el trato discriminatorio que recibimos hoy. Al estar en un país extranjero tendríamos que educar a nuestros hijos, como ocurre hoy, en catalán. Y si quisiéramos montar negocios, como ocurre hoy, tendríamos que hacerlo en catalán, o sea, que para nosotros los españoles habría poca diferencia con lo que nos ocurre hoy. Pero su trato hacia nosotros mejoraría porque les aportaríamos nuestra divisa, los euros. Y siempre al cambio saldríamos ganando.
Para poder renovar su actual Carnet de Identidad español, los catalanes tendrían que demostrar que tienen una residencia fija en España y que pagan sus impuestos en España. Lo mismo les ocurriría con el Actual Carnet de conducir español, la tarjeta de la Seguridad Social , etc. Incluso les podríamos pedir Visado de entrada cuando quisieran hacer turismo en España.
Nosotros, el resto de los españoles, nos ahorraríamos todo el coste que hoy nos cuesta su Seguridad Social, sus pensiones, su paro, sus vacaciones, etc. Y lo mismo con lo que nos cuesta hoy mantener a los inmigrantes que ahora residen allí, que cada vez son más numerosos, sobre todo los que provienen de países árabes.
Todos los que tenemos el dinero en alguna entidad de allí, podríamos depositarlo en el Santander, o el BBVA o Caja Madrid, que al final revertiría en la empresas españolas; por no hablar de las participaciones que tiene las entidades financieras catalanas en las principales Compañías españolas, habría que obligarlas a devolver las acciones ya que, al no pertenecer a Europa, el gobierno español podría "nacionalizar" las mismas.
Nos ahorraríamos todo lo que hoy nos cuesta la cantidad de Diputados y Senadores catalanes que nos desprecian. Sus viajes en primera a Madrid, sus estancias en hoteles de lujo, sus dietas, sus vacaciones, sus sueldos millonarios de por vida, sus guardaespaldas, sus comilonas, etc. Y serían sustituidos por Diputados y Senadores españoles que trabajarían por España. Nos ahorraríamos los traductores que ellos nos exigen, cuando solo por buena educación deberían hablar en español, idioma en el que todos nos entendemos. También ahorraríamos en las "embajadas" que tienen por todo el mundo. Dejaríamos de pagar a los Mozos de Escuadra que, por si no lo sabes, no los paga la Generalidad , sino el Ministerio del Interior, como a los Policías y a los Guardias Civiles, sólo que les paga más.
Los ríos que nacen en España y luego entran en Cataluña podrían ser desviados para regar zonas secas de España, y no como ocurre ahora que hay que pedirles permiso para hacerlo así y que siempre lo deniegan. Además podríamos construir un buen pantano en el Ebro en la provincia de Zaragoza y convertir en regadío el desierto de los Monegros.
El cava se lo pueden meter por el culo, ya que tendrían que pagar impuestos a la exportación, y no olvidar que el 80% del cava catalán se vende en el resto de España. Nosotros no tendríamos inconveniente en tomar champán francés (que con los impuestos saldría por el estilo de precio) o la buena sidra asturiana , que fresquita está de muerte, y los asturianos son unos chicos muy majos que se sienten orgullosos de haber iniciado la reconquista desde Covadonga.
Si necesitaran dinero para hacer carreteras, para ampliar sus puertos y sus aeropuertos lo podrían pedir prestado a España, claro que, pagándonos los correspondientes intereses y gastos. Podrían tener su selección de fútbol, y el Barca jugaría la liga con el Nastic, el Reus y el Sabadell, así generaría buenos ingresos para futuros fichajes. Además, ganaría siempre la liga, ya que no tendría rival. Lógicamente Messi, Pujol, Busquets, Xavi, Iniesta, Valdés, Pedrito, Alves, etc. buscarían equipos más competitivos en España o Italia, pero esto, a los catalanes de pro, no les importaría mucho, lo importante sería "sus señas de identidad".
Pero por encima de todo, los españoles, nos liberaríamos de una buena cantidad de gente que nos desprecia, de políticos que solo piensan en su tierra, y de un montón de gente que nos usa según lo que les conviene y que muchas veces lo hacen con el dinero de los impuestos que pagamos el resto de los españoles.
Será divertido verles allí macerándose en catalanismo. Y cómo, mirándose unos a otros, descubrirán con asombro lo pequeños que son al no pertenecer a España.
Cataluña tendría entonces la dimensión que le corresponde. La de un País de paletos provincianos.
Y esto es todo por esta vez, amigas teclas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
liztormail@gmail.com