El blog de Roberto Liztor, un "chafateclas", un "opinador" , que ha creado su propia "Tierra Liztor" imaginaria y que lo único que busca es sacar al exterior lo que se le va pasando por la cabeza.
domingo, 19 de agosto de 2012
HASTA SIEMPRE FERMÍN
Hay gente que se mete en tu vida poco a poco, sin que apenas te des cuenta que lo hace.
Poco a poco lo vas conociendo, con sus virtudes y sus defectos, los que todos tenemos, pero que los que te aprecian te los disculpan a pesar de saber que están ahí.
Pero las virtudes, eso si que es lo que cuenta. A veces no son destacadas, no son de las que llaman la atención a simple vista, pero son importantes, muy importantes.
Cuando te quieres dar cuenta ves que esa persona no es mejor ni peor que otros, pero que si le pides un favor te lo hace, que es capaz de estar horas hablándote de cosas, de su familia, de las trastadas de uno , de la otra, pero eso lo hace porque esas personas, junto con su mujer era lo que más le importaba en la vida.
Sin darte cuenta, las circunstancias de la vida te van uniendo a personas con las que en realidad no tienes mucho en común, pero el amor por nuestros hijos, el tener que irlos a llevar a jugar a fútbol, o tan solo buscarlos del colegio ha hecho que hayamos compartido muchas horas de charla.
A veces intrascendentes, pero siempre entretenidas.
Hemos compartido muchos cafés, o cervezas o lo que sea, ambos en compañía del otro, mientras nuestros hijos jugaban.
No sé si se puede decir que eramos amigos, pero seguro que él habría hecho cosas por mi que muchos no hubieran hecho y eso es lo que mide a las personas..
Ahora se ha ido, la última vez que estuvimos juntos fue en la huerta de su suegra, hace tan solo un mes. Sentados uno junto al otro, volvíamos a ver como nuestros hijos se divertían, nuestros hijos jugaban, mientras nosotros charlábamos, era un día de calor y una cerveza era nuestra contertulia.
También estaban nuestras mujeres, y otra amiga común, también con su hijo, otro niño de la "pandilla" de los nuestros, que se divertían en el "tobogán de agua".
Allí nos contabas tus proyectos, de como querías poner una ventana en el porche, para que no diera tanto el aire, de cosas que había que hacer en la huerta...
Todo eso se va a quedar pendiente, tu no podrás hacerlo porque un maldito cáncer no te ha dejado terminar lo que habías empezado.
Gracias Fermín por haber compartido parte de tu tiempo con el que escribe, gracias por haber aguantado a mi pequeña alguna vez que nosotros no podíamos, gracias por haber estado ahí.
Ahora la vida sigue, será diferente , pero sigue, pero que sepas, estés donde estés, que ni tu mujer ni tus hijos están solos, será duro para ellos, pero entre todos tenemos que hacer que sea más fácil.
Tu tienes que ayudarnos, sé que lo harás.
Un abrazo Fermín, y aunque nunca te lo haya dicho en vida, tu sabes que te apreciaba.
Hasta siempre Fermín, hoy contigo se ha ido una gran persona.
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Es duro cuando pasan estas cosas, pero por lo menos veo que los recuerdos que guardas son buenos.
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