Roberto
Liztor este fin de semana ha escuchado varias veces esta frase: No si al final
os salváis.
Él asiente,
esperanzado y nervioso por lo que pueda pasar el domingo.
FUENTE : www.zaragocistas.com |
Yo no voy a ser hipócrita, porque además está escrito, no
confiaba en la salvación hace dos meses, nos veía en segunda, decía lo de “luchar
por el ascenso”, creía que los dos meses que quedaban teníamos que luchar,
aunque solo fuera por nuestra imagen, no podíamos despedirnos de la categoría
arrastrando nuestra camiseta, nuestro escudo, nuestra historia por los campos
de primera…
Pero reconozco que jamás se me hubiese pasado por la cabeza
el vivir lo vivido. Toda la entrega de los nuestros , desde el entrenador que
ha sabido hacer resucitar a un muerto , a ese muerto que so los jugadores, que
a pesar de verse abocados al abismo, se han agarrado a la grada de la Romareda,
que ha tirado de ellos hacia arriba, sacándolos del agujero, trayéndolos de
nuevo a la vida.
Muchos nos daban por descendidos visto lo que se había visto
hasta ese momento de hace dos meses, cuando empatamos con Osasuna. La cosa
pintaba mal, muy mal.
Yo me conformaba con no hacer el ridículo, con lavar la
imagen. El “ascenso” se me antojaba imposible. Pero tras dos meses frenéticos, con
las tres victorias frente a Valencia, At. De Madrid y Sporting, con la victoria
moral frente al Barcelona, el palo de Sevilla, afectados por el gol del
Villlarreal minutos antes de saltar al césped del Pizjuan, llegó la victoria
frente al Granada, el de Pina, el que acusa al Real Zaragoza de haber comprado
precisamente , entre otros , ese partido, luego viajamos a la isla maldita y
volvimos a caer victimas de nuestro mayos punto débil, defender a balón parado,
pero al regresar a la Romareda, de nuevo, volvió la entrega, arropados por
nuestra afición dimos cuenta del Athletic, en el mejor partido de la temporada,
del Levante y este sábado del Racing que no nos puso fáciles las cosas
poniéndose por delante a los 11 minutos.
Desde Granada, gracias al comité de árbitros designando un
aragonés para arbitrar un Granada –Real Madrid, y tras una semana llena de
declaraciones insultantes del ínclito Pina , un arbitraje impecable, con un
penalti de libro y un gol en propia puerta, dejaron al Granada a los pies de
los caballos. Ellos solos con sus protestas se borraron del último partido,
pero el tal Pina, un
mafioso, desde hace ya muchos años, sigue insistiendo, sigue manchando el nombre
de nuestro equipo.
Con eso, esta semana todo se ha puesto de nuestro lado, en
10 minutos el Granada se suicidaba (pese a lo que digan de Clos, se hundieron
ellos solos) , y el Villlarreal, al que sigo viendo como el “tapado” al estilo
del Deportivo del año pasado, también caía en Valencia.
Nos queda la última batalla, precisamente la semana que se
cumplen los 17 años de nuestra Recopa, en la que miles de zaragocistas fuimos las
personas más felices del “planeta fútbol”, esa última batalla, en la que
algunos miles de privilegiados serán los que con sus gargantas, sus corazones,
con sus almas intentarán que tras tanto nadar, podamos, como dice Jiménez,
salir del río, y “retornemos a la primera división”.
Eso es todo, entre la alegría y el nerviosismo, desde la
Tierra Comanche.
Hasta luego teclas, otro día os cuento más cosas.
Hasta luego teclas, otro día os cuento más cosas.
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