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viernes, 28 de diciembre de 2012

Con más moral que el... LAGUNAK



Hola teclas, hoy traigo un artículo de marca para demostrar como se desprecia a las jugadoras del equipo de Lagunak femenino y al fútbol femenino en general.
Pronto os contaré algo sobre el tema que estoy viviendo en primera persona.


Desde : http://www.marca.com/2012/12/28/futbol/futbol_femenino/1356699541.html

A pesar de ser el peor equipo de la Primera División Femenina y contar con el presupuesto más bajo, las navarras mantienen la ilusión y la esperanza de conservar la categoría


El Lagunak es el farolillo rojo de la Primera división femenina. Las navarras no han sumado un solo punto en las 16 jornadas consumidas hasta la fecha y únicamente han marcado un gol con el que contrarrestar los 71 que llevan en contra. Un bagaje que trae consigio amargura y frustración.
La supervivencia del equipo está en el aire porque la crisis económica lo azota cada vez con más fuerza, pero la moral y la ilusión de las futbolistas, que juegan por amor al arte, sigue intacta. No hay nada sentenciado hasta que el árbitro pite el final del último partido.

"Quedan 42 puntos en juego (14 partidos) y hasta que las matemáticas nos digan lo contrario pensaremos que somos capaces de alcanzar al tercero por debajo -ahora están a 12 puntos-. Está difícil, muy difícil, pero nos toca creer en el milagro", comenta María Goñi, portera, capitana y la más veterana del Lagunak (31 años), donde está desde su fundación en 1990. "Es frustrante ver que no somos capaces de ganar, ni siquiera de ser competitivas durante 90 minutos. Nunca te acostumbras a perder. Somos un equipo demasiado joven, inmaduro, con jugadoras que han llegado demasiado fácil a Primera división y que no valoran en su medida lo que significa estar entre los mejores clubes de España", añade.

No le falta razón. Lejos quedan los grandes momentos de aquel Lagunak subcampeón de la Copa de la Reina (1998 y 2000). Ya son varias temporadas sobreviviendo a duras penas. Tras salvarse en la última jornada la campaña pasada, las amarillas vieron cómo hasta 14 jugadoras hacían las maletas para irse a otros equipos o colgar las botas. El grupo se rehizo con nuevas futbolistas, muchas de ellas procedentes de Regional -dos categorías inferiores- e incluso con el fichaje de tres niñas que no habían jugado hasta entonces en ningún equipo.

María Goñi (jugadora del Lagunak): "Nos toca creer que los milagros existen hasta que las cuentas no salgan"

"Cada fin de semana pensamos que igual ese es el partido en el que llega nuestra primera victoria, pero acabas perdiendo y sin marcar un solo gol y vuelves al vestuario triste y cabreada. Aún tenemos esperanza de poder dar la vuelta a la situación. Tenemos que espabilar cuanto antes y lo vamos a conseguir", sentencia Isabel Torral, la más pequeña del grupo (16 años) y autora del único tanto del Lagunak esta temporada.

"En las ocho temporadas que llevo en el club hemos pasado malos momentos, pero sin duda ninguno como este. Pensamos en el presente porque mirar hacia el futuro no sirve más que para malgastar fuerzas. Creemos en nuestras posibilidades, pero somos conscientes de que necesitamos un cambio de actitud para que lleguen los resultados", afirma Tiara Calahorrano, segunda capitana.

El amor al arte se desgasta
"Este equipo siempre se ha caracterizado por la fuerza, la garra y la lucha que no estamos demostrando en muchos de los partidos de esta temporada. Sacrificamos mucho por jugar al fútbol y, aunque a veces se nos ha pasado por la cabeza colgar las botas, por ahora compensa seguir haciendo el esfuerzo", dice Tiara, que como tantas otras juega al fútbol sin compensación económica alguna. Nadie en el equipo recibe un solo euro.

Álvaro Meoqui dirige a las laguneras desde el pasado verano. El técnico confiesa que, a pesar de haberse planteado una temporada complicada, está siendo más dura de lo previsto: "Es increíble la actitud con la que me encuentro en el día a día, sobre todo por parte de las veteranas que renuncian a tanto por seguir tirando de este carro. En el vestuario no se piensa en el futuro, sino que nos centramos simplemente en el siguiente partido. Nadie ha tirado la toalla, porque todos pensamos en mejorar cada día", asevera.

"Mi labor está siendo más de psicólogo que de entrenador, pero merece la pena al ver cómo están respondiendo las chicas. El equipo va mejorando poco a poco, pero la Liga es muy competitiva y cualquier error se paga muy caro. ¿Salvarnos? Mi mensaje es que sí se puede", añade Meoqui.

El presupuesto del Lagunak es el más bajo de la categoría (80.000 euros), sacado adelante gracias a la subvención del Gobierno Foral de Navarra y la empresa de autobuses EDSA. "El equipo femenino es la única de las 12 secciones del club que no tiene partida presupuestaria y que, a pesar de ello, no supone gasto ni beneficio", comenta Patxi Izco, coordinador del proyecto que desde hace cuatro años mantiene vivo el sueño de que Barañáin, un municipio de 25.000 habitantes y colindante a Pamplona, tenga un equipo en la máxima categoría.

"El futuro está en el aire porque en caso de bajar a Segunda división las ayudas menguarán -se reducirán a 3.600 euros, lejos de los 25.000 necesarios para sacar adelante el presupuesto- y el patrocinio es reacio, tal y como están las cosas, a invertir en algo que ahora no les es rentable. La pena es que nadie en el club se ha puesto aún a mirar al futuro. Les importamos más bien poco", añade. Dardo envenenado hacia Alberto Sancho, presidente del club.

Tiara Calahorrano (jugadora del Lagunak): "Sacrificamos mucho por jugar al fútbol, pero por ahora merece la pena"

Ajenas al plano extradeportivo, las jugadoras del Lagunak han pedido en su carta a los Reyes Magos que la suerte cambie y que en los próximos partidos ante Espanyol, Rayo Vallecano, Olivenza y Sant Gabriel puedan recortar puntos respecto a un objetivo que aún ven factible.

Reza el dicho que "el éxito de la vida no está en ganar siempre, sino en no darse por vencido nunca". Y en eso están las 23 valientes que saltan al verde sin perder la sonrisa, se juntan en corro en el centro del campo y chillan su grito de guerra: "Bit, bai eta iru (un, dos, tres)... ¡Lagunak!".

"Ajustamos el presupuesto al límite"
Viajes en autobús durante la noche para ahorrar costes de hotel, trayectos en tren de ida y vuelta en el mismo día para evitar gastos de alojamiento, compra de material por parte de las mismas jugadoras o el jeroglífico que hay que resolver para poder compaginar el fútbol con trabajo y/o estudios son algunas de las miserias con las que conviven los clubes de la Primera división femenina.

Tiara Calahorrano juega al fútbol desde que tiene uso de razón. Seguramente muchas veces soñó poder vivir de ello, pero nada más distante de la realidad. La navarra tiene aparcados sus estudios para poder trabajar como monitora en un centro de discapacitados y jugar al fútbol. "Merece la pena", dice.

Con la misma mentalidad que Tiara encontramos cientos de ejemplos en los 16 equipos de Primera división. Las más jóvenes aprovechan los maratonianos viajes para poder sacar sus estudios adelante y las más veteranas tienen que pedir favores en el trabajo para poder saltar al terreno de juego el fin de semana.

"Aunque el fútbol femenino progresa a pasos pequeños, el tema de la financiación es cada año más complejo. Esta temporada especialmente", comenta Lola Romero, presidenta del Atlético de Madrid y una de las personas que más tiempo lleva en este complicado mundo. "Las subvenciones públicas cada vez son menos y los patrocinadores, cuando los hay, no suelen reportar dinero sino que jugamos con el trueque", añade.

La mandataria rojiblanca tiene muy claro cómo sería posible mejorar: "Necesitamos más ayudas e implicación por parte de las instituciones públicas. Y siempre digo que la televisión es un medio fundamental, no sólo para mostrarnos, sino para que puedan hacerlo también unos hipotéticos patrocinadores".

Afortunadas 'mileuristas'
Para Patricia Coma, responsable de la sección femenina del Espanyol, el problema es un daño colateral de la crisis estatal: "Las empresas han dejado de invertir en líquido y eso hace que los clubes tengan que replantearse los presupuestos. En nuestro caso, por ejemplo, optamos por que las condiciones sean las mismas para las jugadoras aunque su sueldo se haya visto reducido".

En España sólo hay dos equipos cuyas jugadoras son profesionales -Barcelona y Real Sociedad- y son escasas las futbolistas que pueden vivir de este deporte. "Las mileuristas pueden considerarse afortunadas", indica Patricia. Viendo el panorama, incluso la que cobra por jugar se puede sentir como tal.


Hasta luego teclas, otro día os cuento más cosas sobre el desprecio que tiene el club por el fútbol femenino.

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