El primer partido

Hola teclas, os voy a contar una cosa, que hace tiempo que no os cuento nada.
Ayer sábado mi pequeña futbolísta jugaba su primer partido con la camiseta amarilla de Lagunak.
Se trataba de un amistoso entre los dos equipos del club de la misma categoría. Una forma de irse habituando a jugar juntos.
Eran las 8 y 45 de la mañana del sábado cuando toda la familia ya estábamos en pie, desayunamos y la futbolísta empezó con el ritual de ponerse la equipación.
Las medias negras con el escudo del club en amarillo, encima de las espinilleras, hay que proteger esas preciosas piernas, en todos los sentidos del término.
La pantaloneta negra, y la camiseta amarilla, obviamente con el escudo del club en el corazón , y el 11 a la espalda , el número de mi peque, superando el 10 de Maradona, Messi y mucho más el de CR7, y os puedo asegurar que por muy buenos que sean o hayan sido esos tres, por mucho que haya millones de personas que vitoreen su nombre ninguno puede igualar a mi hija en ilusión.
Cuando eran las 9:15 salímos de casa, andando, nada de deportivos alucinantes, nada de autobus del equipo... andando, para ir estirando las piernas, de cara al encuentro.
Antes de la hora convenida ya estábamos en la puerta de vestuarios, empezamos a hablar con otros progenitores de futuras estrellas del fútbol o no, pero presentes estrellas de la ilusión,  seguro.
Empieza el calentamiento, los peques se ejercitan en tiros varios, estiramientos, carreras, yo ya estoy cansado de verlos correr.
A las 10, la hora convenida, comienza el partido.
Son cuatro tiempos de 10 minutos, los cambios solo se pueden realizar en los descansos, salvo lesión, y todos están obligados a jugar al menos 10 minutos.
Mi peque jugó los cuartos impares, el primero y el tercero. 
Como es mejor destruyendo que creando, la colocan de defensa de cierre. 5 jugadores de campo, y el portero.
La verdad es que el partido fue bonito, no tuvo muchas ocasiones de lucirse pero el trabajo que tuvo lo cumplió a la perfección.De hecho todo el equipo lo hizo muy bien y el resultado fue favorable a los nuestros.
Al acabar el partido mi pequeña estaba feliz, a todo el que quería oirle le cantaba, sí no me he equivocado, quería poner cAntaba el resultado.
En realidad no es más que un amistoso, pero que más da, hemos disfrutado.
Pronto empezarán los partidos de verdad, llegarán las victorias, los empates, las derrotas, y entonces llegarán las alegrías, las decepciones y las tristezas , pero mi único deseo es que mi peque, mi pequeña futbolista disfrute con lo que hace, mantenga esa ilusión cada partido, cada entrenamiento, en suma sea feliz jugando a fútbol.
Y como dice el pediatra de la protagonista : 

" No hay que hacer lo que se quiere, 

sino querer lo que se hace" 

No pongo el resultado porque la verdad es lo de menos, pero cuando os digo que era feliz al terminar el encuentro podéis pensar que lo era, casi una docena de veces.


Bueno, teclas , otro día os cuento más cosas.