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viernes, 24 de septiembre de 2010

JEFES

Hola teclas, ya estoy de nuevo aquí, esta vez no voy a escribir, me voy a limitar a pegar aquí dos historietas de JEFES, espero que os gusten:

LA MIERDA Y EL JEFE
Cierto día, cuando el amiguete Dios terminó al Hombre, las partes que lo componían se dieron cuenta de su necesidad de tener un JEFE que las gobernara y, rápidamente, se reunieron en Asamblea General Ordinaria para decidir quién debía ocupar tan alto honor.
Allí mismo se presentó el Cerebro con poderosas razones. Decía que en él residía el pensamiento y el raciocinio y que, por ese motivo, era el órgano principal y debería ser proclamado jefe de inmediato.
Con las mismas, se levantó el Corazón y les dijo a sus camaradas órganos que de eso ni hablar, que él era el órgano más competente para ser jefe puesto que era el encargado de bombear la sangre y oxigenar a todo el cuerpo y, por tanto, era motor de la vida.
Las Piernas y los Brazos, a su vez, argumentaron que ellos guiaban y soportaban a todos los demás durante todos los días y que, por ello, deberían ser nombrados jefes. El Estómago defendía que era él el que alimentaba al resto. Los Ojos, por su parte, decían que eran ellos los que todo lo veían y los Oídos replicaban que eran ellos los que todo lo oían. Y todos ellos también querían ser jefes…
Y en esta caliente discusión andaban cuando desde el fondo de la sala se oyó una delgada pero firme voz que gritó una sola vez que sin duda ella sería el JEFE…sin dar mayores motivos ni más alegaciones.
Cuando todos los demás se dieron la vuelta, vieron que quien había gritado era la MIERDA. De inmediato y con gran estruendo todos sin faltar se echaron a reír a carcajadas y le dijeron: tú no puedes ser jefe, tú no sirves para nada…
La MIERDA, ofendida, se declaró en huelga indefinida y se negó a salir.
Pasaron los días y la Mierda no salía. Al quinto de la huelga, el cerebro estaba abotargado, el corazón asfixiado, las piernas y los brazos temblaban como flanes, los ojos estaban hinchados y los oídos obstruidos por la presión. El estómago estaba en el límite de la resistencia humana…
Al séptimo día, reunidos en Asamblea General Extraordinaria, todo los órganos del cuerpo nombraron a la Mierda Jefe sin excepción.
MORALEJA DE LA FÁBULA:
CUALQUIER MIERDA PUEDE SER JEFE…


Otra historieta
TOMAR DECISIONES

Un jefe a cargo de una importante gerencia en una firma de envergadura, a raíz del stress de su trabajo sufre una crisis y le recomiendan unos días de descanso en el campo.
El médico lo envía a la granja de un conocido.
Después de pasar 2 días sin hacer nada, el jefe estaba ya harto de la vida bucólica y pastoril y se aburría soberanamente.
Así que decidió hablar con el granjero que le hospedaba y solicitarle alguna tarea sencilla para pasar el rato y ocupar el tiempo, a la vez que hacia algo de ejercicio.
El día siguiente se levantaron temprano, antes de que saliera el sol. El granjero, conocedor de la idiosincrasia de los jefes y temiendo algún estropicio irreparable, resolvió asignarle tareas simples en las que no pudiera causar daño alguno (incluyéndole a él mismo).
- La tarea es muy sencilla. -dijo el granjero dándole una pala- Sólo tiene que recoger el estiércol que hay en el chiquero de los cerdos y repartirlo por el sembrado para abonarlo.
- Cuando termine venga a verme -agregó-.
El granjero era propietario de más de doscientos cerdos, y el
estiércol se acumulaba hasta la altura de la rodilla. Así que
el hombre estimó que la faena le llevaría al jefe 3 ó 4 días
Cual fue su sorpresa, cuando al cabo de tres horas apareció el jefe
-Ya he terminado -dijo-.
Viendo que en efecto la tarea estaba terminada, y además con eficiencia, el granjero decidió asignarle otra.
- Bien... Hay que sacrificar unos pollos ya que mañana vienen a recogerlos de la carnicería. Basta con cortarles la cabeza -dijo dándole un enorme cuchillo-
- Es un poco más complicado, pero seguro que puede hacerlo.
Había más de 1500 pollos para sacrificar, y supuso que el jefe no terminaría hasta bien entrada la noche. Incluso pensó en ayudarle mas adelante cuando terminara de recoger la siembra.
Apenas habían pasado un par de horas cuando el Ingeniero se presentó ante él, con toda la ropa y la cara manchadas de sangre, el cuchillo mellado, y sonriente como un niño el día de los Reyes Magos.
- Ya he terminado.
El granjero no salía de su asombro.
Increíble!!, él mismo, acostumbrado a la dura vida rural, no lo hubiera hecho mejor: 1500 pollos perfectamente degollados !!!
El granjero se rascó la cabeza pensativo.
Llevo al jefe junto a un gran montón de papas y le dijo:
- Muy bien. Ahora hay que separar las patatas.
Las grandes a la derecha y las pequeñas a la izquierda.
Pensó el granjero que en menos de una hora vería otra vez al
jefe pidiéndole mas trabajo.
Pero no fue así.
Paso la hora de comer, la hora de cenar, se le hizo de noche, y el jefe no aparecía.
Creyendo que algo le habría sucedido, el asustado granjero fue donde había dejado al jefe, y se lo encontró sentado delante del mismo montón de patatas, sin que hubiera separado ninguna.
- ¿Le pasa algo? Pregunto extrañado.
El Ingeniero se volvió con una patata en la mano y le contestó:
- Mire: repartir mierda y cortar cabezas es algo a lo que YO estoy MUY acostumbrado...
Pero ¡ esto de tomar decisiones...!

Bueno, y con esto ya está, otro día os cuento más cosas

2 comentarios:

  1. no esta mal...dos historietas al precio de una...te ha cundido ehhh!!! jaajjajja entretenido es desde luego...

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  2. Es que es un homenaje a mi jefe, que menuda semanita hemos tenído, jejeje

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liztormail@gmail.com