La radio, esa cajica negra, que llevan casi todos los coches, y que a los que por el motivo que sea viajamos solos, nos hace muchísima compañía.
También está en otros colores, en otras formas, las hay fijas, de bolsillo, por supuesto las que ya he dicho, de coche, en el móvil etc, no importa, lo importante es lo que sale de dentro.
Con ella he vivido muchas cosas, la Copa del Real Zaragoza a penaltis contra el Celta, lo veía en una tele portátil , en blanco y negro, en la cama de un hospital, llevaba los cacos, y en el momento de ir a tirar el penalti, cerraba los ojos y quitandome los cascos escuchaba en la distancia si había sido o no había sido gol.
Allí escuché el secuestro de Miguel Ángel Blanco y su posterior ejecución en manos de los asesinos de ETA.
Allí escuché el atentado de las Torres Gemelas, también el atentado de el 11 M en Madrid.
Pero también me ha hecho mucha compañía en mi trabajo, cuando era segurata, trabajando de noche, solos en la oscuridad, mi radio y yo, ella me contaba cosas, en programas como "Hablar por hablar" en el que la gente llamaba a contar sus problemas, o sus invenciones, y otros les daban consejos.
Allí reí con los gomaespuma, geniales magos del humor.
Con la radio, he llorado, he meditado, he bailado, he reído.... he vivido.
Allí escuché canciones, que marcaron mi vida, porque no sé a vosotras teclas, pero por ejemplo el disco de "Alchemy"" de los Dire Straits es escucharlo y trasladarme a "la historia interminable" , es lo que escuchaba mientras leía ese libro, y ahora las dos cosas estarán siempre relacionadas en mi cerebro.
Ahora cuando voy con mi furgo , me encantan los programas en los que los presentadores son cercanos, son como amigos que hablan solo para mi, me cuentan cosas, con ellos me río, me emociono, canto...
Mi mujer me dice que me creo todo lo que oigo en la radio, tal vez sea cierto, pero es que , como digo, son mis amigos los que me cuentan cosas, y claro, ¿me van a engañar mis amigos?
Mientras escuchas la radio se pueden hacer muchas cosas, tal vez sea eso parte de su encanto, no como la tele que te absorbe , precisa de toda tu atención, la radio no, ella te permite leer, cocinar, conducir...
Es muy agradable estar en un semáforo tarareando la canción de la radio, y ver como el de al lado está cantando lo mismo que tu, te miras , sonríes y se crea una especie de complicidad entre ambos.
Eso no puede pasar con la tele.
La radio, como pasa con los libros, permite que te imagines cosas, te cuentan historias, que tu imaginas en tu cabeza, con gente a las que pones caras, que van por calles que tu dibujas mentalmente, las voces, los sonidos, toman forma en tu cerebro, como solo la radio , y los libros, son capaces de conseguir.
Alguna vez , medio en broma medio en serio , en mi trabajo les he dicho que sin música no se puede trabajar, es como mi gasóleo, por ejemplo tengo en la "caja" de la furgo, donde se llevan las mercancías 3 altavoces, con los que mientras yo descargo, no me pierdo un detalle de la conversación de "mis amigos" de la radio, de lo que "me" dicen, de la música que "me" ponen...
Los fines de semana de fútbol también es mi compañía, allí voy yo muchas veces con un solo auricular, muy bajico, en el se escuchan muy de fondo los partidos de fútbol, mientras paseo con mi familia, hablo con ella, con la gente cuando de repente el locutor levanta la voz, en ese momento me tapo la oreja, haciendo una cámara de sonido para que no se escape ni un detalle, escucho donde ha sido el gol, valoro su importancia, y sigo con mi paseo familiar.
En este mismo momento que escribo estas letras , la radio , aunque sea solo música, me acompaña.
La radio, sin la radio mi vida no sería lo mismo.
Bueno, y esto es todo lo que os tengo que contar por hoy , amigas teclas.
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