sɐsoɔ әnb әs әɯ uɐʌ opuәᴉɹɹnɔo , lɐʇ zәʌ ou uɐƃuәʇ ᴉu sәᴉd ᴉu ɐzәqɐɔ , oɹәd ᴉsɐ ʎos oʎ , ɐ sәɔәʌ oɔol , ɐ sәɔәʌ un oɔod ···

miércoles, 11 de diciembre de 2024

El Cubo Blanco , Capítulo 34

 Capítulo 34

Eran las 18 horas.

Emma, Trebor, María y Estrella hablaban nerviosos apoyados en el banco de piedra. Miraban a un lado y a otro, a la espera de que alguien apareciera a por el pendrive, que alguien se acercase a ellos y porque no, que Mila y Chloe se presentasen sanas y salvas al intercambio.

Pero no sé veía a nadie, en ese momento el móvil de María sonó, sobresaltando al grupo.

Un número privado...

María cogió el móvil:

- ¿Sí? 

Una voz neutra sonó al otro lado.

-María, ahora es el momento, tú momento.

María miró a todos, colgó el móvil, lo guardó en su pequeño bolso y alejándose un par de pasos de sus tres compañeros , sacó la mano empuñando una pistola automática y apuntando con ella al grupo.

- Lo siento Estrella, me obligaron. Yo no quería. De verdad que lo siento.

Dijo casi sollozando.

- Dadme el pendrive y todo irá bien.

Estrella que se había quedado sin palabras, por fin pudo hablar:

- ¿Pero por qué María? Pensaba que éramos amigas.

- Lo siento Estrella, de verdad que lo siento, pero la vida de mis padres dependen de esto. Si les doy el pendrive nos dejarán en paz.

Trebor sacó el pendrive del bolsillo y se dirigió a María.

- ¿Cómo sabemos que Chloe y Mila están bien y que las van a liberar?

- Yo no sé nada de ellas, solo tengo que conseguir el pendrive, soy tan víctima como vosotros. Dijo Chloe.

Emma puso la mano en el hombro de Trebor, y con una mirada le dijo que todo iba a ir bien.

Trebor estiró la mano hacia María, que hizo lo propio y cogió el pendrive, que tras dar unos pasos hacia atrás , sin dejar de apuntar al grupo, se Capítulo 34

Eran las 18 horas.

Emma, Trebor, María y Estrella hablaban nerviosos apoyados en el banco de piedra. Miraban a un lado y a otro, a la espera de que alguien apareciera a por el pendrive, que alguien se acercase a ellos y porque no, que Mila y Chloe se presentasen sanas y salvas al intercambio.

Pero no sé veía a nadie, en ese momento el móvil de María sonó, sobresaltando al grupo.

Un número privado...

María cogió el móvil:

- ¿Sí? 

Una voz neutra sonó al otro lado.

-María, ahora es el momento, tú momento.

María miró a todos, colgó el móvil, lo guardó en su pequeño bolso y alejándose un par de pasos de sus tres compañeros , sacó la mano empuñando una pistola automática y apuntando con ella al grupo.

- Lo siento Estrella, me obligaron. Yo no quería. De verdad que lo siento.

Dijo casi sollozando.

- Dadme el pendrive y todo irá bien.

Estrella que se había quedado sin palabras, por fin pudo hablar:

- ¿Pero por qué María? Pensaba que éramos amigas.

- Lo siento Estrella, de verdad que lo siento, pero la vida de mis padres dependen de esto. Si les doy el pendrive nos dejarán en paz.

Trebor sacó el pendrive del bolsillo y se dirigió a María.

- ¿Cómo sabemos que Chloe y Mila están bien y que las van a liberar?

- Yo no sé nada de ellas, solo tengo que conseguir el pendrive, soy tan víctima como vosotros. Dijo Chloe.

Emma puso la mano en el hombro de Trebor, y con una mirada le dijo que todo iba a ir bien.

Trebor estiró la mano hacia María, que hizo lo propio y cogió el pendrive, que tras dar unos pasos hacia atrás , sin dejar de apuntar al grupo, se dio la vuelta y salió corriendo. la vuelta y salió corriendo.

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